4 de febrero de 2010

Una familia del Polígono de Arinaga asegura vivir con miedo desde los incidentes del domingo

Jueves, 04 de febrero.

Canarias7
Fela Rodríguez vive en la tercera planta del portal 11 del Polígono Residencial de Arinaga, pero la altura de su vivienda no fue un impedimento para que "cinco piedras impactaran en el interior de mi casa, dos en mi habitación, la noche del pasado domingo", recuerda. La vecina fue una de las residentes afectadas por una trifulca motivada por una pelea entre menores del barrio e inmigrantes del centro de Arinaga que acabó con palos y piedras.
"Estaba cosiendo en mi máquina. Me levanté a hacer café y fue cuando empezaron a lanzarnos piedras", recuerda Fela. "Una impactó en la máquina y ahora está inservible", añade. Ella no fue la única que estuvo a punto de sufrir daños físicos. "Mi hija estaba en la ventana retirando el uniforme del colegio en ese instante, y si no es por el padre que la empujó, se hubiera llevado una pedrada en la cabeza", explica entre sollozos. Una ventana y un ordenador portátil fueron los otros desperfectos sufridos por la familia.
Fela vive ahora "con miedo a nuevos ataques" y se ha visto obligado, incluso, a cambiar algunos de sus hábitos. "No tiendo la ropa en la ventana, sino que acondicioné la habitación de la lavadora. Además, voy a poner verjas en todas las ventanas", comenta. "Al final, la que va a estar presa dentro de su propia casa soy yo", añade.
Sus hijos, Luis y Daymara, están afectados por lo ocurrido. La pequeña no se atreve a salir sola a la calle. "El lunes no fui a clase por miedo. Pero tampoco fueron la mayoría de los niños del Polígono. Vienen tres guaguas aquí y sólo fueron tres a clase", afirma la menor.
El conflicto en la Urbanización La Paz no es sólo con los menores inmigrantes que residen en el dispositivo de emergencia de Arinaga. Cuando estos chicos cumplen los 18 años, se produce un problema añadido, ya que son expulsados del centro y se quedan en tierra de nadie, sin trabajo, sin hogar y en un entorno muy frágisl como es esta zona del municipio de Agüimes.
La tutela del Gobierno de Canarias sobre estos jóvenes finaliza cuando cumplen los 18 años, o cuando así lo certifica su prueba ósea. A partir de ahí, se convierten en inmigrantes sin papeles.
El ejecutivo regional intenta encontrarles un puesto de trabajo antes de que se cumpla el plazo para que los empresarios les ayuden a obtener su residencia legal, pero en la actualidad, y en este periodo de crisis económica, cada vez es más difícil.
El Alcalde de Agüimes, Antonio Morales, reconoce que la integración de estos jóvenes es muy difícil en estos momentos, e insiste en la necesidad de poner más medios. El Gobierno de Canarias también ha denunciado el vacío legal que se produce con la llegada de la mayoría de edad de los niños.
Fotografía: Dispositivo policial montado en la Urbanización La Paz durante la pelea entre jóvenes del barrio e inmigrantes.