La Policía Nacional sacó ayer del chalet del principal imputado del caso kárate, Fernando Torres Baena, varias bolsas de plástico de diferentes tamaños, en las que se recogía numerosa documentación. Los investigadores estuvieron registrando la vivienda durante más de dos horas, una vez finalizadas las excavaciones en el jardín.
Tras siete jornadas de rastreos en este chalet de la Playa de Vargas, es la primera vez que los investigadores dan con algún indicio que podría reforzar las acusaciones de abusos sexuales vertidas por cerca de 60 alumnos y ex alumnos sobre este profesor de artes marciales.
La de ayer fue la jornada más larga desde que, el lunes de la pasada semana, empezaran los trabajos en la tranquila Urbanización El Edén. Como viene siendo habitual, el Batallón de Zapadores del Ejército de Tierra continuó removiendo el suelo en busca de algún indicio. En esta ocasión, los rastreos se centraron cerca de la entrada donde está instalado un contenedor de obra, ya que parece ser que Torres Baena pretendía subir los muros de su chalé poco antes de ser arrestado como presunto líder de una red de pederastia. Para levantar dicho contenedor y explorar esta parte del terreno, los zapadores utilizaron una grúa que retiraron ayer del lugar, cuando se retiraban, como cada día, poco después de las 14.00 horas, momento en el que varios miembros de la Policía Nacional, acompañados del secretario judicial, Miguel Ángel Tabladillo, junto a Torres Baena y su pareja sentimental, María José González, se introdujeron en la vivienda.
Tras siete jornadas de rastreos en este chalet de la Playa de Vargas, es la primera vez que los investigadores dan con algún indicio que podría reforzar las acusaciones de abusos sexuales vertidas por cerca de 60 alumnos y ex alumnos sobre este profesor de artes marciales.
La de ayer fue la jornada más larga desde que, el lunes de la pasada semana, empezaran los trabajos en la tranquila Urbanización El Edén. Como viene siendo habitual, el Batallón de Zapadores del Ejército de Tierra continuó removiendo el suelo en busca de algún indicio. En esta ocasión, los rastreos se centraron cerca de la entrada donde está instalado un contenedor de obra, ya que parece ser que Torres Baena pretendía subir los muros de su chalé poco antes de ser arrestado como presunto líder de una red de pederastia. Para levantar dicho contenedor y explorar esta parte del terreno, los zapadores utilizaron una grúa que retiraron ayer del lugar, cuando se retiraban, como cada día, poco después de las 14.00 horas, momento en el que varios miembros de la Policía Nacional, acompañados del secretario judicial, Miguel Ángel Tabladillo, junto a Torres Baena y su pareja sentimental, María José González, se introdujeron en la vivienda.
Más de dos horas después, sobre las 16.30 horas, los policías salieron con varias bolsas de plástico de Villa Edith, la más antigua de las dos viviendas que conforman la casa de Torres Baena. Y es que, en realidad, la vivienda del profesor de kárate está compuesta por dos edificios colocados en forma de U: uno Villa Edith, con cerca de 30 años de antigüedad, y otra más reciente, de dos plantas, construida hace ocho años. Ambas están unidas por un pasillo de tierra que también ha sido inspeccionado por los zapadores.
Como sucedió en los días anteriores, el propietario de la vivienda y su pareja sentimental llegaron en dos coches patrulla de la Policía Nacional desde Salto del Negro, donde se encuentran en prisión preventiva desde hace más de dos meses.
Como sucedió en los días anteriores, el propietario de la vivienda y su pareja sentimental llegaron en dos coches patrulla de la Policía Nacional desde Salto del Negro, donde se encuentran en prisión preventiva desde hace más de dos meses.