Canarias7
En los últimos tres años, las bibliotecas públicas de las islas han dejado de ser un espacio moribundo y olvidado. Se han transformado en un lugar vivo, cada vez con mayores usuarios de todas las edades. Ahora, sus responsables atisban un retorno a un pasado que parecía ya sepultado.
"Para nosotros significa tirar por la borda mucho esfuerzo. Supone no sólo un estancamiento, sino un paso atrás, porque no podremos satisfacer la demanda de nuestros usuarios". Así de contundente se muestra Nieves Pérez, Directora de la Biblioteca Insular de la capital grancanaria, con el apoyo de una decena de compañeros de profesión, cuando se le cuestiona sobre las consecuencias de que no se ejecute el convenio para adquirir nuevos fondos bibliográficos firmado por el Gobierno de Canarias y el Ministerio de Cultura, cuya cuantía superaba el millón y medio de euros.
Suministrar a los distintos clubes de lectura, atender a las peticiones de los escolares, llevar a cabo las actividades infantiles, adquirir los libros de texto que demandan los opositores, y adquirir las novedades editoriales y las publicaciones diarias y mensuales (periódicos y revistas) peligran, según estos profesionales, tras esfumarse este convenio.
Y este varapalo llega en el peor momento. En pleno crecimiento en el número de usuarios. "La crisis ha disparado el número de personas que utiliza la biblioteca. Unos porque no tienen dinero para comprar nuevos libros y otros porque están formándose para reincorporarse, mejor preparados, al mercado laboral", explica Diodoro Santana, Coordinador de la Red de Bibliotecas Municipales de Agüimes.
"Que no podamos adquirir nuevos fondos bibliográficos, porque este convenio no se ejecute, repercute en todas las actividades. Unas iniciativas que han conseguido que las bibliotecas públicas hayan cobrado vida y se hayan convertido en un elemento vivo en los municipios", tercia Maite Martín, de la Biblioteca Benito Pérez Galdós de Valsequillo.
"Imagínate qué cara se nos va quedar a los bibliotecarios cuando les digamos a los chicos que no tenemos, ni tendremos, al menos durante este año, más de un ejemplar de los libros que les han mandado leer en el colegio y en el instituto. Será un drama", se lamenta el bibliotecario de Agüimes, Diodoro Santana.
Fotografía: Los bibliotecarios de Gran Canaria, en la Biblioteca Insular de Las Palmas de Gran Canaria.
"Para nosotros significa tirar por la borda mucho esfuerzo. Supone no sólo un estancamiento, sino un paso atrás, porque no podremos satisfacer la demanda de nuestros usuarios". Así de contundente se muestra Nieves Pérez, Directora de la Biblioteca Insular de la capital grancanaria, con el apoyo de una decena de compañeros de profesión, cuando se le cuestiona sobre las consecuencias de que no se ejecute el convenio para adquirir nuevos fondos bibliográficos firmado por el Gobierno de Canarias y el Ministerio de Cultura, cuya cuantía superaba el millón y medio de euros.
Suministrar a los distintos clubes de lectura, atender a las peticiones de los escolares, llevar a cabo las actividades infantiles, adquirir los libros de texto que demandan los opositores, y adquirir las novedades editoriales y las publicaciones diarias y mensuales (periódicos y revistas) peligran, según estos profesionales, tras esfumarse este convenio.
Y este varapalo llega en el peor momento. En pleno crecimiento en el número de usuarios. "La crisis ha disparado el número de personas que utiliza la biblioteca. Unos porque no tienen dinero para comprar nuevos libros y otros porque están formándose para reincorporarse, mejor preparados, al mercado laboral", explica Diodoro Santana, Coordinador de la Red de Bibliotecas Municipales de Agüimes.
"Que no podamos adquirir nuevos fondos bibliográficos, porque este convenio no se ejecute, repercute en todas las actividades. Unas iniciativas que han conseguido que las bibliotecas públicas hayan cobrado vida y se hayan convertido en un elemento vivo en los municipios", tercia Maite Martín, de la Biblioteca Benito Pérez Galdós de Valsequillo.
"Imagínate qué cara se nos va quedar a los bibliotecarios cuando les digamos a los chicos que no tenemos, ni tendremos, al menos durante este año, más de un ejemplar de los libros que les han mandado leer en el colegio y en el instituto. Será un drama", se lamenta el bibliotecario de Agüimes, Diodoro Santana.
Fotografía: Los bibliotecarios de Gran Canaria, en la Biblioteca Insular de Las Palmas de Gran Canaria.