Canarias7La Audiencia Provincial de Las Palmas notificó días atrás al Ministerio Fiscal la sentencia que condena a tres años de prisión al Guardia Civil R.J.P., de 45 años y sin antecedentes penales, como autor de un delito de falsedad en documento público.
La sentencia considera probado que el 29 de abril de 2007, el acusado presentó una denuncia falsa por conducción temeraria contra la persona que años antes había logrado que lo despidieran de una empresa de seguridad.
El fallo declara probado que en la tarde del día citado, el acusado estuvo vigilando el tráfico de la carretera GC-100, en el Cruce de Arinaga, y que horas más tarde, cuando ya se encontraba en el Puesto Principal de la Guardia Civil de Agüimes, ordenó a su compañero de patrulla que extendiese una denuncia contra un conductor por pilotar haciendo uso de su teléfono móvil, lo que no había ocurrido.
"El acusado sabía que tales hechos no habían ocurrido", relata la sentencia y añade que la persona denunciada en falso, A.R.M., había trabajado años antes con el ahora agente del orden en una empresa de seguridad, en calidad de inspector. A.R.M. le había denunciado, y a causa de esta denuncia, R.J.P. había sido despedido de la firma. El fallo es recurrible.
Fotografía: Imagen de archivo de la Audiencia Provincial de Las Palmas.
La sentencia considera probado que el 29 de abril de 2007, el acusado presentó una denuncia falsa por conducción temeraria contra la persona que años antes había logrado que lo despidieran de una empresa de seguridad.
El fallo declara probado que en la tarde del día citado, el acusado estuvo vigilando el tráfico de la carretera GC-100, en el Cruce de Arinaga, y que horas más tarde, cuando ya se encontraba en el Puesto Principal de la Guardia Civil de Agüimes, ordenó a su compañero de patrulla que extendiese una denuncia contra un conductor por pilotar haciendo uso de su teléfono móvil, lo que no había ocurrido.
"El acusado sabía que tales hechos no habían ocurrido", relata la sentencia y añade que la persona denunciada en falso, A.R.M., había trabajado años antes con el ahora agente del orden en una empresa de seguridad, en calidad de inspector. A.R.M. le había denunciado, y a causa de esta denuncia, R.J.P. había sido despedido de la firma. El fallo es recurrible.
Fotografía: Imagen de archivo de la Audiencia Provincial de Las Palmas.
