3 de marzo de 2011

El Consejo Social de la ULPGC convoca el I Premio Antonio-Vicente González de Acción Solidaria

Jueves, 03 de marzo.

La Vicerrectora de Cultura y Deportes de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC), Isabel Pascua Flebes, junto con el Presidente del Consejo Social de la ULPGC, Lothar Siemens, y el Director del Aula Manuel Alemán de la ULPGC, José Alonso, presentaron en rueda de prensa el I Premio Antonio-Vicente González de Acción Solidaria, dirigido a estudiantes de todas las titulaciones de la ULPGC.
El premio está convocado por el Consejo Social de la ULPGC, con la colaboración del Aula Manuel Alemán del Vicerrectorado de Cultura y Deportes de la ULPGC y la ONG Decan (Desarrollo Sostenible de Canarias), y el objetivo es premiar las iniciativas solidarias de los estudiantes universitarios, con el fin de incentivar la conciencia social y las propuestas que apliquen conocimientos investigadores y profesionales en causas solidarias.
Durante la presentación, Isabel Pascua manifestó que, entre los objetivos del Vicerrectorado de Cultura y Deportes de la universidad, se encuentra la formación integral de los estudiantes, "aspecto que pasa por fomentar la creatividad, el pensamiento crítico y la tolerancia, por lo que recibimos con gran apoyo y cariño este nuevo premio".
Lothar Siemens recalcó el valor educativo que fomenta el concurso, con un especial énfasis en cuestiones como la creatividad y la cooperación entre los estudiantes, y añadió que se trata de un concurso destinado a proyectos solidarios en Canarias, con el fin de que los alumnos sean capaces de detectar los problemas que existen en Canarias.
Por su parte, el Director del Aula Manuel Alemán, José Alonso, puso de manifiesto el compromiso de esta convocatoria porque "este premio puede crear inquietudes de valor social a los proyectos universitarios".
Antonio-Vicente González (1817-1851), natural de Agüimes, fue sacerdote y párroco de la Iglesia de Santo Domingo de Las Palmas de Gran Canaria, donde desarrolló una gran labor solidaria durante las epidemias de la época. En la hambruna de 1847, montó un centro de caridad donde repartía los ingresos de la iglesia entre los pobres. Durante la epidemia de 1851 estableció en su parroquia un hospital y arriesgó su vida para socorrer a los contagiados, falleciendo víctima del cólera.