
Este era, sin duda, un momento esperado por todos los agüimenses después que la anterior, hace ya siete años, se partiera a causa del viento.
La cruz, que corona ya la bella estampa que ofrece la iglesia de Agüimes, mide 2,30 metros de alto y poco más de 1 metro de ancho (50 centímetros cada brazo), y está realizada, según señaló el ingeniero técnico industrial y diseñador de la misma, Isidro Sánchez, en acero inoxidable y pintada en negro al horno.
La instalación se llevó a cabo sobre la antigua base existente en el cimborrio de la iglesia, a la que se le añadió una pretina abrazada con una placa. La base, que sufrió serios desperfectos cuando se partió la antigua cruz, que era de hierro, comenzaba ya a filtrar el agua de lluvia, por lo que fue también necesario repararla, aunque continúa siendo suficientemente consistente para soportar el ligero peso de la cruz.
Sánchez indicó también, en declaraciones a Radio Agüimes Onda Libre, que su peso es inferior al de la antigua cruz, aunque con más cuerpo y mayores dimensiones. Hecha en cuadradillos, permitirá que el aire pase a través de ella y, por lo tanto, ofrecerá menos resistencia a los fuertes vientos que suelen soplar en Agüimes.