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Juana Sánchez, trabajando en un tajo |
La Provincia
"Hace 11 años que el dueño de las salinas de Boca Cangrejo, el médico
Rafael Martel, nos dijo que aquí no nos íbamos a hacer ricos, pero íbamos a
ganar mucha salud". Así lo expresa Chano Cruz Viera, esposo de la única
salinera de Canarias. "Para mí es como una terapia, porque cuando trabajo
en estas salinas estoy muy relajada y se me quitan todos los dolores que tengo
en las caderas", comenta Juana Sánchez Cabrera, que se siente feliz en
este oficio.
"El día que no vengo a las salinas parece que me falta algo",
añade esta mujer de 60 años que empezó siendo salinera, animada por su marido.
"Mi padre, Pedro, mi tío Chano y mi abuelo Celestino Cruz trabajaron en
las salinas del Matorral de Castillo de Romeral. Así que algo de ellos se nos
ha pegado", comenta Chano Cruz. Una tradición familiar de casi un siglo.
Juana Sánchez dedica las mañanas de verano, de junio a septiembre es la
zafra, a recoger de 12 a
15 tajos de sal. Es la única salinera de Canarias, según expresa el gerente de
la empresa propietaria de tales salinas, Juan Lozano, y espera que algunas de
las cinco jóvenes que participan en la escuela taller de salineros de Santa
Lucía coja "esta profesión que ha sido ejercida en exclusiva por
hombres".
"Las mujeres son más meticulosas que los hombres a la hora de sacar
sal", asegura. "La sal que saca Juana es de mucha más calidad que la
que suelen sacar los salineros", insiste Juan Lozano.
"Desde que estamos aquí no usamos ninguna otra sal. Esta es una sal muy
sana, porque cuenta con agua limpia, ya que aquí no hay vertidos y el mar se
renueva mucho", indica Chano Cruz. Sin embargo, solo un 10 % de la sal de
Boca Cangrejo se destina al consumo humano. La mayoría de los 90.000 kilos de
sal que se produces en los 260 tajos se destinan a las piscinas de grandes
hoteles y a la elaboración de alfombras.
"Pero antes nuestros abuelos la usaban para conservar las carnes y los
pescados, porque no existían neveras", explicaba ayer Chano Cruz a una
treintena de estudiantes y tres religiosas de Tenerife y Lanzarote, que participan
en un campamento de verano en el Camping de Playas Vargas. Los jóvenes del Colegio Nazaret de Los Realejos y de Santa María de los Volcanes de Lanzarote
salieron encantados de las salinas y de las explicaciones, además de la bolsa
de sal que les regalaron. "Ha sido muy claro e interesante",
comentaron los chicos.
Al igual que hicieron ayer los jóvenes lanzaroteños y tinerfeños, varios
colegios del Sureste suelen acudir a las salinas de Playa Vargas. La
empresa propietaria está preparando todo un proyecto de rehabilitación de los
tajos y del entorno para impulsar la producción de sal. El gerente Juan Lozano
señala que, "aunque han mejorado en los últimos tiempos, no se hace una
rehabilitación a fondo desde que se amplió en 1920".
Asimismo, Lozano tiene mucha esperanza en los 12 jóvenes que se están
preparando en el taller escuela de Santa Lucía y que terminarán su formación en
octubre. "La idea es que los jóvenes creen una cooperativa y puedan
atender, no solo las salineras de Tenefé de Pozo Izquierdo, sino las otras del
Sureste", apuntó. "Y ojalá que las cinco mujeres continúen la buena
experiencia que ha tenido Juana Sánchez en nuestras salinas", agrega.
Por otro lado, el Camping de Playa Vargas está ultimando un proyecto de
itinerarios y gastronomía relacionada con la sal. Así lo expresó ayer su
propietaria, Mency Franco. "Hemos traído colegios de Las Palmas de Gran
Canaria y grupos de otras islas como los de hoy, de Tenerife y Lanzarote, que se
han hospedado con nosotros para fomentar el tema de la sal y darle más vida a
esta zona", dijo.
Para Mency Franco, "es una ruta cerca del camping y es una forma bonita
de hacer una actividad de ocio y a la vez educativa. Muchos chicos
solo conocen la sal comprada en el supermercado, y aquí se quedan asombrados de
las explicaciones de cómo se hace la sal natural por parte de Chano",
agregó. "Además, la salinera Juanita es una persona entrañable, que
fomenta el tema de la sal", destacó.
En tal sentido, el Camping de Playa de Vargas tiene previsto fomentar el
tema de la sal a partir de septiembre, incluyendo exposiciones, la ruta, los
salineros y gastronomía elaborada con la sal del Sureste. Además de la de Boca
Cangrejo, existe la salina de La
Florida, también en Playa Vargas, y la de Arinaga, junto al
puerto.
El Sureste cuenta con las salinas de Tenefé de Pozo Izquierdo. Sin duda, las
salinas de la Comarca tienen futuro para crear empleo.