22 de diciembre de 2013

Opinión: "La Navidad, el Banco de Alimentos y la 'extrema pobreza'"

Domingo, 22 de diciembre.

Antonio Estupiñán*
Como es tradición todos los años por estas fechas, la llegada de las fiestas navideñas, Año Nuevo y los Santos Reyes representan para millones de hogares españoles y cientos de miles de hogares canarios, la sana alegría de unas memorables fiestas donde la concordia, la amistad y la unión fraternal es el cordón umbilical hacia el recogimiento del espíritu cristiano y divino. Siguiendo el anagrama social que va desde los mas pudientes hasta llegar a los menos favorecidos, sirven en estas cristianas efemérides a los ya tradicionales y clásicos repartos en forma de regalos y celebraciones con esplendidas comidas en un mundo cada vez más superpoblado que en vez de mejorar el nivel de vida lo que provoca a corto plazo es el empeoramiento y la disminución en la calidad de vida, donde miles de millones de seres humanos vivientes viven la incertidumbre de un oscuro futuro en este bello planeta llamado Tierra.
Si nos acercamos a los mas diversos medios de comunicación donde destaca las nuevas y mas modernas tecnologías informativas digitales (que dan la vuelta al mundo a través de Internet) estos nos informan y también nos advierten de ese no deseado “holocausto de hambre” que presumiblemente se avecina y es que estas noticias en estas fiestas de la Navidad no agradan a nadie para el llamado mundo civilizado de hoy de los bien ó regularmente remunerado econonómicamente ya que en este principio del siglo XXI varias estadísticas coinciden que en nuestro mundo terrícola padecen de hambre más de "¡mil millones de habitantes!"…. No obstante, dejemos el mundo exterior y centrémonos en Canarias en general y de forma particular en nuestra panorámica isla turística de Gran Canaria donde cada año millares de personas se apuntan en la lista interminable y angustiosa de los que padecen de hambre y otras primordiales necesidades ya que los afectados y desafortunados “paisanos canarios” muchos de ellos desahuciados de sus viviendas, sin trabajo, sin ayuda económica (sin contar los que están enfermos) están mal viviendo en condiciones extremas e infrahumanas y esto es alarmante ante el fuerte índice de paro que supera el 35% siendo un verdadero quebradero de cabeza para las organizaciones humanitarias que se ven impotentes en solucionar a tantas demandas de comidas y otras necesidades, citemos el caso de Caritas que se ve desbordada ante el aumento considerable de tanta pobreza por causas de la “crisis y sus derivados”.
La nueva era del Banco de Alimentos es una buena ocasión para buscar y almacenar alimentos para nuestros necesitados, para ello cientos de personas voluntarias colaboran altruistamente en los municipios canarios pidiendo ayuda alimentaria para este humano fin donde también participan colectivos, asociaciones, entidades políticas y deportivas, donantes particulares y establecimientos y centros comerciales de cuya recaudación de víveres van a parar al conocido “banco de alimento”, pero una pregunta está en el aire ¿Se distribuyen bien estos alimentos a las millares de casas de familias y de los que malviven “sin ellas” y que viven en el umbral de la pobreza”. En mi particular opinión creemos que “no se distribuyen bien”, se dice y se comentan que los Ayuntamientos reciben periódicamente ciertas cantidades de alimentos para los necesitados de sus pueblos, la opinión generalizada en la calle por muchos ciudadanos es que está “equitativamente mal distribuida” y al parecer a muchas familias incluidos a los que “viven solos” se ven privados de estas ayudas…
Mientras tanto muchos indigentes y familias que malviven en nuestra querida isla turística de Gran Canaria, seguirán pidiendo en silencio ó visitando los “contenedores de la basura” en busca de algún alimento “aunque estén caducados”, lo interesante para ellos es subsistir a sus desgracias de ser “pobres”. Desgraciadamente y los años pasan en balde y es que seguimos viviendo en una sociedad consumista y despilfarradora para unos y para muchos de los que sufren y padecen de hambre y donde estas fiestas de la Navidad del “Niño Dios” les es desconocida en este injusto mundo en que viven…
*Antonio Estupiñán fue decano de los corresponsales de la prensa escrita en Gran Canaria y, actualmente, colabora con diversos medios digitales.