Yanira Álvarez*
Los españoles hemos y estamos siendo sometidos a los caprichos e influencias procedentes de Europa, que han aportado como soluciones un plan de recortes con el único propósito de paliar unas irresponsabilidades que provocaron la aparición de esta crisis global. Crisis que desde un principio intentaron enmascarar con eufemismos como desaceleración, líneas de créditos, etc.
El Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional no fueron capaces de anticiparse a tal situación y fueron quienes nos guiaron hacia la salida más próxima, que resultó ser el abismo social y económico y que aun hoy seguimos sufriendo. Años después afirman que se equivocaron pero a pesar de todo siguen asesorando a la comunidad internacional y apostando por iniciativas económicas de dudoso éxito y que benefician a quienes forman parte de dichas instituciones.
Evidentemente la situación, como todos sabemos, se trasladó de manera dramática y rotunda a nuestro entorno. A pesar de las apariciones para convencernos de que todo iba bien, el grupo de gobierno (PSOE) que en ese momento dirigía las riendas de este país se convirtió en una marioneta de los intereses de la Comisión Europea. Así, este grupo de gobierno se transformó en un partido neoliberal, convirtiéndose en una mala fotocopia de las premisas del Partido Popular, que veía como sin hacer nada, los ideales de este grupo de gobierno progresista se desmoronaba a marchas forzadas. Llegó un momento en no se sabía quién era de un partido y quien de otro, ya que pregonaban los mismos ideales que provenían de Bruselas El gobierno de Rajoy, en la actualidad, se está llenando la boca, aseverando que estamos saliendo de la crisis, aunque eso ya lo viene diciendo desde que tomó el poder. La realidad es bien distinta, distintos analistas económicos aseguraban que para salir de la crisis, había dos soluciones: una, devaluar la moneda y otra actuar sobre la población con recortes, impuestos, como IRPF, IVA, IGIC, etc. Y evidentemente, no se puede devaluar la moneda, porque se trata del EURO, y eso es cosa de Bruselas. Así pues, la solución estaba bien definida, actuar sobre la población con recortes e impuestos para disminuir el déficit público. Los recortes han afectado a las pensiones, a la externalización (privatización) del sector sanitario, al descenso en los aportes económicos de educación, servicios sociales, ley de dependencia, vivienda, etc. Así pues, y según estos analistas, la salida de la crisis económica va a durar más de lo que nos hacen ver y nos acompañará durante varios años, algunos incluso, afirman que décadas hasta alcanzar los niveles de bienestar que se disfrutaban anteriormente.
A esta situación hay que mencionar el incremento del paro, uno de los grandes males de la sociedad y que actualmente afecta a numerosas familias. Con las instrucciones de la Comisión Europea, el ejecutivo de Rajoy puso en marcha la reforma laboral, que tuvo un efecto contrario al esperado, es decir, se incrementó el número de desempleados. Además, otra de las soluciones aportada por Bruselas y que ha aceptado el ejecutivo nacional es la bajada de los salarios.
Desde Bruselas, se ha tirado de las orejas a España para que reduzca este índice de desempleados y actualmente, la solución es hacer descender el paro, sea como sea.
En este sentido, los datos de desempleados registrados en el Servicio Público de Empleo Estatal han resultado ser muy satisfactorios para el gobierno estatal. Sin embargo, la premisa es evidente: hay que descender el número de parados y da igual la manera y la forma. Por ello, el puesto de trabajo obtenido en esta legislatura es deficitario y no alcanza los baremos de bienestar social y familiar.
La realidad es mucho más cruda de lo que se puede esperar. En este sentido, la crisis económica va de la mano del aumento del paro y de la pobreza. La pobreza ha ganado terreno en nuestra sociedad debido al gran número de parados que forman parte de la unidad familiar, ya que muchos hogares tienen a todos sus miembros en paro, el alto nivel de paro de larga duración, un escaso nivel de prestaciones sociales y un alto nivel de pobreza entre los trabajadores.
Los recortes realizados por el Partido Popular han recaído sobre los más desfavorecidos, es decir, sobre los más pobres, como consecuencia de la desaparición de las ayudas a los servicios sociales, prestaciones, pensiones, etc.
Además, se ha constatado con numerosos informes que los recortes han afectado más a los hogares con personas mayores por los ajustes en pensiones y que una gran parte de los hogares españoles en riesgo de pobreza dependen para sobrevivir de la pensión de los abuelos.
Hoy, conseguir un puesto de trabajo no garantiza suficientemente la estabilidad económica o la salida de la pobreza debido a la alta proporción de contratos temporales o a tiempo parcial. Por tanto, no podemos decir que tener un trabajo equivale necesariamente a un estándar de vida decente. Esto ha generado que muchos vecinos y vecinas, a pesar de tener un puesto de trabajo, sigan en una situación penosa económicamente. Si a esto le sumamos la negligencia y la desidia desde la entidades locales, llámese Ayuntamiento, a la hora de asesorar o encauzar posibles salidas laborales a personas desempleadas en situaciones desesperantes, tenemos el caldo de cultivo propicio para afianzar aun más la pobreza entre nuestros vecinos y vecinas.
Como conclusión, la salida para esta situación dramática reside en crear empleo que garantice la recuperación sostenible y que no tenga como única premisa combatir el paro, sino además reducir una lacra social como es la pobreza.
*Yanira Álvarez es portavoz de Coalición Canaria en el Ayuntamiento de Agüimes.