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Vista del Yacimiento de Risco Pintado de Temisas |
Esta tarde, a las 19.00 horas, en la sede
de la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Gran Canaria, tendrá lugar la
cuarta de las conferencias programadas en el marco del ciclo "Gran Canaria al
des-cubierto. Una nueva mirada a la arqueología insular", impulsado por el área
de Cultura, Patrimonio Histórico y Museos del Cabildo de Gran Canaria, con el propósito
de difundir los hallazgos más recientes de la actividad arqueológica
desarrollada en la isla.
Se trata de la charla "Una nueva mirada al Yacimiento de Risco
Pintado de Temisas", que estará a cargo del arqueólogo de PROPAC Julio Cuenca.
Hace unos años, las obras de acondicionamiento de
la GC-550 (entre Agüimes y Temisas) dejaron al descubierto nuevas cuevas, la base de otras ya conocidas y
restos de al menos otras dos. Se trataba de cavidades de tamaño medio,
cubiertas de argamasas cuyo estudio, junto al del relleno arqueológico de las
grutas, arrojó información interesante gracias al cuidado puesto por el Cabildo de Gran Canaria para evitar daños en el yacimiento durante la realización de las obras.
Las
pruebas de carbono 14 realizadas sobre tres muestras procedentes de
semillas y tallos de junco (las dataciones son más precisas cuando se hacen sobre este
tipo de materiales vegetales, con un ciclo de vida corto), revelaron que las cuevas estaban habitadas desde los
siglos XII o XIII y que el desprendimiento que las selló, preservando su
contenido hasta nuestros días, ocurrió entre el siglo XIV y principios del XV. Estos
períodos poseen especial interés para los expertos, pues se corresponden con la
madurez de la sociedad prehispánica.
La muestra más
antigua se tomó de dos granos carbonizados de cebada conservados en un trozo de
argamasa que cubría las paredes de la cueva denominada 31. El resultado
calibrado de la misma proporciona una fecha comprendida entre 1170 y 1270 después
de Cristo (dC).
Las siguientes
dos muestras provenían del suelo cubierto por el desprendimiento que selló las
cuevas. La primera, de una espiga de cebada, arrojó una fecha comprendida entre
1300 y 1420 dC, mientras que la segunda, procedente de un fragmento de tejido de
junco, ha sido datada entre 1300 y 1410.
Nacido
en Palmas de Gran Canaria en 1953, Julio Cuenca Sanabria es arqueólogo y museólogo.
Entre 1983 y 1998 fue Conservador-Director del Museo Canario y Director del Servicio de Arqueología
(SAMC) de la referida institución.
Entre 1984 y 1995 ejerció como Inspector Territorial y General de
Patrimonio Histórico y Arqueológico del Gobierno de Canarias.
Desde 1998
dirige PROPAC, microempresa
especializada en la investigación
arqueológica y la gestión del patrimonio.
Durante esta etapa ha realizado numerosos proyectos de investigación y
conservación del patrimonio arqueológico e histórico.
En la actualidad, dirige
varios proyectos, pero sin duda el
más relevante de cuantos ha realizado hasta el momento, y en el que trabaja actualmente,
es la intervención integral que
codirige en el complejo arqueológico de Risco Caído, en el término municipal
de Artenara, uno de los hallazgos arqueológicos más
importantes en la historia de la arqueología canaria.