14 de junio de 2016

La Audiencia Provincial de Las Palmas condena a Arantxa Amoedo a 16 años de cárcel por el asesinato de su pareja, Jordi Burón, en Arinaga

Arantxa Amoedo, durante una de las sesiones del juicio
Martes, 14 de junio.

Redacción
La Sección I de la Audiencia Provincial de Las Palmas ha condenado a Arantxa Amoedo a 16 años de prisión por matar a su pareja sentimental, Jordi Burón, apuñalándole en el corazón en junio de 2013 en el chalé que ambos compartían en la Playa de Arinaga, en un delito que cuenta con el agravante de parentesco y el atenuante de confesión, puesto que fue ella misma la que avisó a las autoridades de los hechos.
Asimismo, deberá indemnizar a los progenitores del fallecido con 50.000 euros a cada uno de ellos, según recoge la sentencia, que absuelve a Tania D.S. del delito de encubrimiento de la que se le venía acusando.
La sala consideró probado durante el juicio por jurado celebrado durante el pasado mes que Arantxa Amoedo y Jordi Burón se conocieron a través de una red social de contactos y que en un primer momento vivieron juntos en Barcelona, aunque en mayo de 2013 fijaron su residencia en la Playa de Arinaga, con el único ingreso de la pensión de Jordi Burón de 800 euros por invalidez que fue conseguida de forma fraudulenta en el año 2000 al simular éste una enfermedad mental.
La sentencia apunta que la condenada no contribuyó en ningún momento a la economía familiar y que no ocultaba sus deseos de "vivir cómodamente y con aires de grandeza", así como que nunca dejó de mantener relaciones con terceras personas, especialmente con mujeres, hecho que conocía y toleraba su novio. 
En un momento dado, la pareja comenzó a tener desavenencias y, entre ellos, hubo mensajes de WhatsApp en los que ella le decía que "estaba obsesionado", "no quiero que te metas más en mi vida", "estás loco", etc.
Por su parte, la hermana de Arantxa Amoedo se la llevó a Vigo con el objetivo de que dejara el domicilio que compartía con Jordi Burón en la Playa de Arinaga, aunque éste fue hasta Galicia y la convenció para que regresara a Gran Canaria. Ya en la isla, y cuando los problemas económicos eran muy importantes y los ingresos no servían para cubrir el tren de vida que llevaba, la mujer decidió acabar con la vida de su pareja y aprovechó que estaba acostado en la cama para clavarle un cuchillo en el corazón que acabó con su vida.
Después, y según recoge la sentencia, Arantxa Amoedo decidió trasladar el cuerpo desde el dormitorio hasta el cuarto de aseo que se encontraban en el sótano del domicilio y puso los hechos en conocimiento de su familia, trasladándose al día siguiente su padre y su hermana a Gran Canaria.
Fue entonces cuando la acusada comunicó los hechos a la Policía Nacional, que dio parte a la Guardia Civil y a quien la propia mujer condujo hasta el cadáver y colaboró, facilitando las claves de móviles y el arma del crimen.
Finalmente, la sentencia señala que Arantxa Amoedo había estado en tratamiento con un médico psiquiatra durante un año y tres meses (de agosto de 2011 a noviembre de 2012), quien después de diagnosticarle un trastorno mixto de personalidad, límite y disocial, le prescribió la correspondiente medicación, que le fue modificada en diversas ocasiones por los efectos secundarios que producía.
Arantxa Amoedo no solía tomar la medicación con la regularidad prescrita ni seguía las pautas marcadas, aunque la sentencia apunta a que el citado trastorno de personalidad no ha afectado a sus capacidades volitivas e intelectivas, siendo totalmente consciente de lo que hacía.