 |
| Momento en que los agentes de la Guardia Civil trasladaban los restos óseos encontrados a poco más de tres kilómetros del casco de Agüimes |
El Juzgado de Instrucción número 3 de Telde, encargado hasta ahora de la investigación de los restos óseos encontrados por un cazador el pasado 20 de agosto en una zona escarpada junto a la carretera que une Agüimes con Temisas, se inhibió a favor del Juzgado de Instrucción número 7 de Las Palmas de Gran Canaria tras constatar el ADN que los huesos pertenecen al matrimonio de Guanarteme desaparecido en marzo de 2012.
La prueba científica, junto a los efectos hallados en el lugar, tales como la documentación, la ropa, una cadena de oro o una prótesis de cadera con el mismo número de serie que la que tenía la mujer desaparecida, apuntala lo que ya, desde un principio, se sospechaba.
Desde que se encontraron los restos, los agentes del Cuerpo Nacional de Policía encargados de investigar la desaparición de Antonio Quesada y Ana María Artiles intensificaron las pesquisas ante los indicios hallados y, 48 horas después, las hijas del matrimonio eran informadas de que todo parecía indicar que los restos pertenecían a sus padres.
Ahora cabe esperar el resultado del trabajo que realizan los antropólogos forenses para esclarecer las causas de su muerte, pues los huesos presentaban golpes y serán los expertos los que determinen si éstos fueron anteriores o posteriores a la muerte de ambos.
Dado el lugar y la forma en el que fueron enterrados, ya que se encontraban bajo una montaña de piedras y ramas, deja claro la intención de evitar que fueran hallados, por lo que estas pesquisas serán claves para continuar con la investigación abierta y dar con el autor o autores de su muerte.