Tres de los podencos durante el traslado desde Vargas al Albergue Insular de Animales (Foto: Fauda) |
Redacción
La Federación de Asociaciones Unidas por la Defensa Animal (Fauda) informa en su página de Facebook que los podencos que un vecino de Mogán mantenía hacinados en una finca de Vargas han sido trasladados durante la jornada del sábado al Albergue Insular de Animales de Gran Canaria.
Estos animales, conocidos como Los 90 Podencos de Mogán, se encontraban en una condiciones higiénicas y sanitarias lamentables, lo que ha sido motivo de constantes denuncias por parte de las organizaciones animalistas y vecinales, aunque gracias a la implicación de distintas administraciones y personas voluntarias se pudo llevar a cabo su liberación en una compleja operación que contó con el trabajo del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil, la Policía Local de Agüimes, el Ayuntamiento de Agüimes, especialmente la veterinaria municipal, así como los ayuntamientos de Telde e Ingenio, que ofrecieron sus recursos humanos y de logística para el traslado de los perros.
Sin duda, el caso de maltrato animal más mediático de las islas, seguido muy de cerca por una cadena de televisión a nivel nacional, se inició en 2013 con una primera denuncia a un vecino de Mogán que mantenía a los animales en un estado de abandono total en Los Albarianes, a la que le siguió otra del Partido Animalista contra el Maltrato Animal (PACMA) en 2015.
Las distintas denuncias formuladas posteriormente hizo que el propietario de los perros los trasladara a Vargas, a una finca de las mismas características que la de Mogán, y que también fue denunciada por las organizaciones animalistas, donde los animales, un total de 84 perros (78 adultos y 6 cachorros) han permanecido hasta su traslado a las instalaciones de Bañaderos, en Arucas.
Fauda agradece, asimismo, la predisposición del Cabildo de Gran Canaria y del Albergue Insular de Animales, gestionado por el personal de Gesplan, que desde un primer momento han demostrado una paciencia y amor infinitos a los animales, a los que han tratado a su llegada.