Domingo, 24 de octubre.
Redacción
Un extraordinario Valencia Basket, aguerrido e inteligente en defensa y valiente e inspirado en ataque, tumbó al UMMC Ekaterimburgo, el gran dominador del baloncesto continental de los últimos años, y se coronó como campeón de la Supercopa de Europa en la Fonteta, cuyo público se entregó por completo para sumar el tercer título de su historia en el torneo.
Guiado por Cristina Ouviña, con Rebeca Allen y Raquel Carrerass brillantes en la finalización, pero, sobre todo, con un enorme trabajo colectivo en defensa, el conjunto taronja sorprendió a un rival que, pese a algunas bajas, era el indudable favorito con la mejor plantilla del continente.
Aunque el Valencia Basket no pudo frenar el torrente anotador ruso de salida, logró contra pronóstico, no solo aguantar ese pulso, sino dominarlo por momentos, y el verse a la altura de del equipo de la española Alba Torrens le dio la suficiente confianza para empezar a mejorar su defensa.
La jugadora agüimense Leticia Romero, que suma un nuevo título a su dilatada carrera, anotó cuatro puntos en los pocos más de 16 minutos que estuvo en la cancha, una de las canastas en los momentos en que el Ekaterimburgo más apretaba, además de reflejar en su casillero un rebote defensivo y una asistencia.
