27 de marzo de 2022

"Balos, un libro en piedra" con Tibicena. Arqueología y Patrimonio

 Domingo, 27 de marzo.                                                                                                          

Imagen de archivo

Redacción

Tibicena. Arqueología y Patrimonio celebrará el próximo día 9 de abril, a partir de las 09.00 horas, la primera visita interpretativa "Balos, un libro en piedra", en la que los participantes tendrán la oportunidad de conocer Los Letreros de Balos, el mejor yacimiento para disfrutar de las manifestaciones rupestres de los antiguos canarios, que se ubica en el Barranco de Balos y al pie del Monumento Natural del Roque Aguayro.
El punto de encuentro será en el kilómetro 4 de la carretera GC-104, entre el Cruce de Arinaga y Los Corralillos, desde donde se emprenderá la visita, de unas tres horas y media y catalogada de dificultad baja, y para la que se recomienda llevar agua, gorra, calzado de montaña o deportivo y protector solar, siendo, además, obligatorio el uso de mascarilla en el interior del yacimiento.
La actividad, que ha retrasado una semana la fecha prevista inicialmente, tiene una cuota de participación de 10 euros con inscripción en www.tibicena.com, accediendo a la Central de Reservas, e incluye seguro de responsabilidad civil e intérprete del patrimonio especialista en arqueología canaria.
Los Letreros de Balos es uno de los yacimientos rupestres más espectaculares de Gran Canaria, tanto por el número de paneles que acoge como por reunir prácticamente la totalidad de la tipología de grabados documentados hasta ahora en la isla.
Se trata de un conjunto arqueológico conocido desde finales del siglo XIX y que, desde ese momento, ha sido objeto de estudio por numerosos autores, que han contribuido a poner de relieve el extraordinario interés científico-patrimonial que encierra este conjunto.
El yacimiento alberga las inscripciones alfabéticas líbico-bereberes, motivos figurativos (humanas y animales), así como distintos signos geométricos que grabaron los antiguos habitantes de Gran Canaria sobre los afloramientos de basalto del barranco.
La importancia de este enclave llevó a que, a finales de los años 80 del pasado siglo, se decidiera vallar una parte del yacimiento para garantizar su seguridad, pero, con el paso del tiempo, este elemento de protección sufrió un deterioro progresivo que ha hecho necesaria una nueva actuación, consistente en el acondicionamiento, tanto de la base del cerramiento exterior, unos 370 metros lineales, como el camino de tierra por el que se accede a la zona, que había perdido material de relleno y había sufrido el desprendimiento de algunas de las piedras que conforman los peldaños.