Martes, 11 de julio.
Antonio Morales*
Este fin de semana decenas de miles de personas han podido disfrutar del Granca Live Fest, el mayor festival musical de Canarias, y una referencia internacional para los géneros urbano y latino, que este año tenía a Rosalía, Sebastián Yatra o Maluma como principales protagonistas de su cartel. Es un ejemplo de la actividad cultural desbordante de la isla durante todo el año, con un inabarcable programa para todos los públicos y por todo el territorio insular. No hay hoy en Canarias una isla con tantos espectáculos y tantos actos, ni tan multitudinarios, como Gran Canaria. Es una de las razones por las que una multinacional consagrada del espectáculo como el Circo del Sol nos ha elegido una vez más (Meloneras hace tres años y la capital este verano) para traer su espectáculo Ovo a mitad del próximo mes de agosto.
Nuestra isla tiene vocación y tradición de grandes eventos, de vivir las experiencias en comunidad, de celebrar el encuentro, con un público que realmente son muchos públicos con gustos variados, capaz de llenar al mismo tiempo diferentes espacios con ofertas muy dispares. Una realidad que no es una moda o un fenómeno esporádico, sino parte de nuestra identidad inquieta y abierta, que aspira a alcanzar sueños como el de poder contemplar, escuchar y también encontrarnos de imprevisto -en la calle o en la playa- con algunas de las estrellas mundiales de la música, como sucedió con Sting hace unos días.
Esta realidad se consolida como referencia internacional de las giras de artistas y espectáculos y crece desde hace unos años utilizando los equipamientos culturales y deportivos de los que disponemos, junto a escenarios que se levantan y desmontan en diferentes puntos de la isla. Se trata de un fenómeno que vive un enorme auge y que se constata en el Cabildo con las numerosas peticiones de uso de los grandes espacios de propiedad insular.
Algunos de ellos son los de mayor aforo y con mejores instalaciones del archipiélago, como el Gran Canaria Arena, el Estadio de Gran Canaria, el recinto ferial de Infecar (cuyo proyecto de renovación está en marcha), junto al de Meloneras o el nuevo centro de convenciones de Agüimes, el Auditorio y Palacio de Congresos Alfredo Kraus (unido a la red de auditorios de los distintos municipios),etc. Sin olvidar la red de museos, centros de interpretación y auditorios al aire libre.
Pero llegar hasta este punto no ha sido fácil. Tras el vacío cultural derivado del franquismo, tuvieron que pasar algunos años para recuperar la iniciativa y poner en marcha nuevos proyectos comenzando en 1988 con el Encuentro Teresa de Bolívar, el Festival del Sur Encuentro Teatral Tres Continentes y un par de años después el Festival Internacional de Narración Oral 'Cuenta con Agüimes', seguido por el Festival Internacional de Jazz impulsado por el Cabildo y que hoy es un espacio consagrado entre los festivales europeos, aparte de extenderse a todas las islas. El mismo año de su creación se inauguró la primera Universidad de Verano de las islas en Maspalomas.
En el tránsito entre el siglo XX y el XXI, además de mantenerse y consolidarse los ya enumerados, surgen el Festival Internacional de Cine de Las Palmas, el Festival Internacional de Música de Canarias, las temporadas de ópera y de zarzuela, la Gala Drag -de gran repercusión internacional-, el festival Masdanza, el Womad, Temudas, el Festival Internacional de Folklore Villa de Ingenio 'Muestra Solidaria de los Pueblos', el Gay Pride y Winter Pride Maspalomas, el Soul Festival de Maspalomas, el ESPAL de Santa Lucía… y muchos otros a lo largo de la geografía insular.
Pero también, desde hace unos años, la isla acoge casi toda la variedad de estilos musicales contemporáneos gracias a citas como el ya mencionado Granca Live Fest, el Boombastic Festival que se celebró recientemente, LPA Beer & Music Festival, El SUM Festival, el Festival ZERO, el Mojo Festival, Fiestoron, Big Bang Vintage Festival, Santa Catalina Clasics, Rockin Doo Wop Gran Canaria Festival, K-pop Party Gran Canaria etc. Y no olvidamos aquellos eventos que han desaparecido pero que serán recordados por su enorme impacto como Atlántica o el Campus Rock.
Estas actividades tienen un importante retorno económico para la isla y dinamizan un sector como el cultural, en el que hay mucha precariedad. En todos estos festivales además siempre hay grupos canarios (aunque es un aspecto en el que debemos seguir mejorando) con lo que se promueve la creación musical hecha aquí y se incentiva a muchos jóvenes a seguir creando y desarrollándose personal o profesionalmente en torno a la cultura.
Y no podemos obviar que para un territorio como Canarias la cultura debe ser una apuesta estratégica para su desarrollo sostenible. Un sector que debe ser protegido y promocionado y que ha demostrado sobradamente que puede ser un elemento de dinamización y diversificación económica además de un interesante nicho de empleo, especialmente para nuestra juventud.
Esta reflexión no es un exhaustivo inventario de eventos y equipamientos, de hecho me he centrado específicamente en una modalidad, como son los festivales musicales por su extraordinario crecimiento y proyección en los últimos años. Una demostración de cómo nuestra sociedad ha hecho suyo el espacio público, el encuentro social, con un importante protagonismo del Cabildo que vamos a consolidar en este mandato.
*Antonio Morales es Presidente del Cabildo de Gran Canaria. (www.antoniomoralesgc.com)