Domingo, 24 de diciembre.
Óscar Hernández*
La Navidad es época de luz. Como para celebrar el solsticio de invierno, fin de la oscuridad e inicio de una mayor duración de los días, los humanos siempre hemos festejado esta época del año llamando a la luz. Desde el inicio de los tiempos, nos reunimos alrededor del hogar (a la luz y el calor del fuego primigenio) para contarnos historias, para transmitir el conocimiento y la cultura de nuestros ancestros, para confraternizar y cooperar entre nosotros, para querernos.
Es por eso que las fiestas navideñas trascienden su significado religioso. La Navidad se convierte en una metáfora de nuestra existencia: la victoria de la vida frente a la muerte, el triunfo de las estrellas en el firmamento, del día frente a la noche, de la luz frente a la oscuridad. Seamos o no devotos, esta es una época entrañable para todos. Un momento para recordar también a los seres queridos que ya no están con nosotros, pero un tiempo, por encima de todo, para celebra la vida.
Festejemos, pues, este tiempo de luz y esperanza. Celebremos la alertaría de compartir, la felicidad de vivir.
*Óscar Hernández es Alcalde de Agüimes.
