7 de agosto de 2009

Reportaje: "El placer de la ayuda altruista"

Viernes, 07 de agosto.

La Provincia
Los jóvenes del Cruce de Arinaga aprovechan su tiempo libre para ayudar a los demás. Desde la asociación El Callejón de la Radio, una veintena de adolescentes se organizan para "echarle una mano" a Suso, el párroco del pueblo, en lo que se pueda. Entre esas actividades altruistas se encuentra la de visitar a los mayores del pueblo para hacerles compañía, leerles un rato o escuchar sus historias y ayudar en lo que puedan a Cáritas.
No es que antes los jóvenes no ayudasen, pero más de un padre está asombrado con la nueva actitud de los adolescentes. El causante de tal cambio es don Jesús Vega, el párroco que llegó el 20 de septiembre del pasado año al Cruce de Arinaga y a la Playa de Arinaga, y que ha animado a los jóvenes a "ayudar a los demás".
Dahelire, de quince años, es la presidenta de la asociación y cuenta: "Para nosotros don Jesús ha sido muy importante porque nos entiende y nos escucha, no es un cura serio y estricto. Al contrario, es divertido y se preocupa por nosotros, por eso hemos respondido tan bien en lo que nos propone". Omaira, otra de las integrantes, asegura que si hace un año le dicen a su madre que iría a misa cada domingo no se lo creería. "Ahora no me pierdo la misa, creo que es la iglesia que más juventud tiene los domingos, ya que vamos todos". Elisa, la más tímida, también asegura que la ilusión que tienen por ayudar a los mayores y a Cáritas es por el apoyo que les trasmite el párroco. "Él nos ha demostrado que por ser religioso no tienes por qué ser una persona seria y poco comunicativa. Creo que nos da buenos consejos y nos reímos mucho con él". Xaquelina, de catorce años, reconoce que al principio, cuando sus amigos le comentaron que iban a misa y se lo pasaban bien y que formaban parte de la asociación, fue un poco reacia. Ahora no se pierde ninguna de las reuniones. "Nosotros siempre le decimos que en lo que podamos ayudar que cuente con nosotros. Así hemos trabajado en un chiringuito en las fiestas para recaudar fondos para los más necesitados, ayudamos a algún anciano si necesita ir al médico, etc".
Dolores Rodríguez, una de las personas mayores del Cruce de Arinaga, alaba el trabajo de los jóvenes y, sobre todo, felicita la labor que hace con ellos el párroco del pueblo. "Ese hombre es bueno para todos, mayores, jóvenes y niños. Desde que llegó al Cruce de Arinaga hay una gran diferencia en el comportamiento de la juventud. Nunca me imaginé que se dedicaran con tanta alegría a leerles a los mayores o a ayudar a almacenar alimentos. Ese hombre tiene un don", afirma.
Los jóvenes se reúnen cada quince días para valorar las actividades a realizar.
Fotografía: De izquierda a derecha, Omaira, Elisa, Dahelire y Xaquelina.