13 de febrero de 2010

Algunas víctimas indican al juez que en el chalet de Vargas ocurría de todo

Sábado, 13 de febrero.

La Provincia
"En esa casa ocurría de todo; usted ni se lo imagina". Uno de los jóvenes víctimas de los presuntos abusos sexuales de los propietarios de la Escuela de Kárate Torres Baena relató ayer ante el juez, junto a casi una decena de testigos más, lo ocurrido "durante más de diez años" en la vivienda particular de la pareja formada por Fernando Torres Baena y María José González Peña, en Playa de Vargas. Ambos deportistas, junto con la también karateca Ivonne González Herrera, se encuentran desde el pasado domingo en prisión provisional acusados de un delito continuado de abusos sexuales y otro de corrupción de menores.
"Íbamos a Playa de Vargas (donde vivían los imputados) los fines de semana, nos quedábamos en la casa un grupo de diez o doce jóvenes y ya le digo, allí ocurría de todo", comenta el joven mientras su madre lo abraza. Está visiblemente afectado, pero asegura que hay "muchas víctimas. Esto ocurrió durante muchos años, más de diez", asegura.
El joven es ahora mayor de edad, pero según fuentes próximas a la investigación comenzó a sufrir los presuntos abusos sexuales cuando tenía nueve años. Su madre lleva una semana conmocionada: "Me enteré de todo el miércoles pasado, cuando me llamó la policía para que fuera a declarar. El niño nunca contó nada", afirma con los ojos enrojecidos. "Incluso era yo la que lo convencía para que fuera a entrenar y se quedara en casa de ellos durante los fines de semana, y él no quería ir, me decía que se aburría", explicó. "Ahora lo entiendo todo".
Al parecer, durante esos fines de semana en que los karatecas llevaban a su casa a un grupo de niños con la excusa de entrenar, los imputados presuntamente realizaban prácticas sexuales con los jóvenes, cuyas edades oscilaban entre los 9 y los 15 años. "Cuando le digo de todo, es de todo", asegura, el joven, que prefiere no hablar tras una semana "durísima" para su familia.
La madre del joven no se cree lo ocurrido. "Es que no me lo puedo creer, teníamos una relación excelente con ellos", en referencia a la pareja formada por Torres Baena y González Peña. "Incluso, continúa la madre, cuando el niño tenía problemas en el colegio yo la llamaba a ella para que le ayudara con las clases. Es que no me puedo creer lo que me han contado", insiste. "Mi hijo lleva en el kárate doce años, y nunca me había contado nada, la criatura. Está toda la familia destrozada", insiste la mujer.
Ayer, para asistir junto a su hijo a la declaración y "apoyarlo", tuvo que pedir permiso en su trabajo, "y pierdo setenta euros por este día. Pero por mi hijo lo que haga falta. Ahora tenemos que estar todos apoyándolo". Además de la madre del menor que prestó declaración ayer, junto a otros testigos, estaban también su padre, una tía suya y varios amigos. "Ahora lo importante es que nos ayuden, estoy muy preocupada por mi hijo y espero que nos den apoyo psicológico para poder sacarlo adelante, porque esto es muy fuerte".
El joven asegura que es íntimo amigo de otros cuatro chicos que también fueron víctimas de presuntos abusos sexuales "durante años". El caso arrancó con la denuncia de un menor que llevó a la Policía Nacional a realizar cinco detenciones. Tres de los detenidos están hoy en prisión.
La investigación judicial que dirige el magistrado Miguel Ángel Parramón, se desarrolla con el mayor de los sigilos, pero a medida que trascienden datos crece el asombro de un caso en el que, por el momento, no se vislumbra el final del túnel. "Tenían un pacto de silencio que han mantenido durante más de diez años", aseguraba ayer una fuente próxima al caso. "Parece como si fueran una especie de secta secreta", afirma.
Por el momento, cinco personas se encuentran imputadas en la causa: el propietario de la escuela de kárate, Fernando Torres Baena, y su compañera sentimental, María José González Peña, e Ivonne González Herrera. Los dos primeros eran los propietarios de un chalet ubicado en la Urbanización El Edén, en Playa de Vargas, donde presuntamente se producían los abusos sexuales y que fue registrada por la policía el pasado día 03 de febrero, cuando se produjeron las detenciones. Además, se encuentran en libertad, pero imputados de un delito de abusos sexuales, José Luis Benítez Cárdenes y José Benítez Peña. El primero de estos es, al igual que los tres que se encuentran en prisión, un laureado karateca.
El instructor ha recogido durante días el testimonio de jóvenes que fueron alumnos de los karatecas, en busca de pruebas de presuntos abusos.