La Provincia
Isla cosmopolita y multicolor, de contrastes y variopinta. Cualquier calificativo que se le quiera aplicar a Gran Canaria es válido, y no sólo desde el punto de vista de la geografía física, sino también desde la visión de la geografía humana.
En los 21 municipios en los que están repartidos los 1.531 kilómetros cuadrados de su superficie, conviven hoy 838.397 personas, según el último censo del Instituto Nacional de Estadística (INE). De estas, 88.226 han nacido fuera del territorio nacional y suponen más del doble de los contabilizados hace tan sólo diez años, que marcaba una cifra total de 36.568.
Se trata de un auténtico crisol de culturas compuesto por súbditos de 153 nacionalidades, sin contar la nuestra. La mayor parte del planeta tiene su cuota de representación en esta esquina del Atlántico. Estos son, al menos, los datos que, actualizados y facilitados a este periódico por los 21 negociados de Estadística de los consistorios, evidencian una realidad tangible que trasciende más allá del obvio y previsible trasiego de miles de turistas en San Bartolomé y Mogán.
Los foráneos empadronados en Gran Canaria se reparten por toda la orografía. Como es de prever, la capital acoge el mayor número de ellos. La ciudad contabiliza 32.145 altas en su padrón si uno toma el último censo disponible en la institución local, que data de 2007, y "apenas ha sufrido cambios", según una fuente del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, y lo refresca con los datos de las 30 colonias más numerosas, revisadas por el INE hace dos años.
En segundo lugar se sitúa San Bartolomé de Tirajana, con 19.661 alistamientos y una tasa de extranjeros del 37,69% sobre el total de su población de derecho, que es de 52.161 vecinos.
Con todo, Mogán es la localidad que se lleva la palma. Más de la mitad de sus residentes son extranjeros. Todo un récord. Hay quien dice que en la Venecia de Gran Canaria es más fácil tropezarse con un noruego que un moganero. Y no le debe faltar razón por cuanto el ayuntamiento tiene registrada una importante colonia de nórdicos en sus calles: 2.521 súbditos que, en su mayor parte, han elegido Gran Canaria para disfrutar de su jubilación o abrir negocios hosteleros y alojativos huyendo del frío de su tierra natal.
En los 21 municipios en los que están repartidos los 1.531 kilómetros cuadrados de su superficie, conviven hoy 838.397 personas, según el último censo del Instituto Nacional de Estadística (INE). De estas, 88.226 han nacido fuera del territorio nacional y suponen más del doble de los contabilizados hace tan sólo diez años, que marcaba una cifra total de 36.568.
Se trata de un auténtico crisol de culturas compuesto por súbditos de 153 nacionalidades, sin contar la nuestra. La mayor parte del planeta tiene su cuota de representación en esta esquina del Atlántico. Estos son, al menos, los datos que, actualizados y facilitados a este periódico por los 21 negociados de Estadística de los consistorios, evidencian una realidad tangible que trasciende más allá del obvio y previsible trasiego de miles de turistas en San Bartolomé y Mogán.
Los foráneos empadronados en Gran Canaria se reparten por toda la orografía. Como es de prever, la capital acoge el mayor número de ellos. La ciudad contabiliza 32.145 altas en su padrón si uno toma el último censo disponible en la institución local, que data de 2007, y "apenas ha sufrido cambios", según una fuente del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, y lo refresca con los datos de las 30 colonias más numerosas, revisadas por el INE hace dos años.
En segundo lugar se sitúa San Bartolomé de Tirajana, con 19.661 alistamientos y una tasa de extranjeros del 37,69% sobre el total de su población de derecho, que es de 52.161 vecinos.
Con todo, Mogán es la localidad que se lleva la palma. Más de la mitad de sus residentes son extranjeros. Todo un récord. Hay quien dice que en la Venecia de Gran Canaria es más fácil tropezarse con un noruego que un moganero. Y no le debe faltar razón por cuanto el ayuntamiento tiene registrada una importante colonia de nórdicos en sus calles: 2.521 súbditos que, en su mayor parte, han elegido Gran Canaria para disfrutar de su jubilación o abrir negocios hosteleros y alojativos huyendo del frío de su tierra natal.
En Santa Lucía viven 1.655 marroquíes, pero estos apenas suponen el 15% de un censo en el que las colonias sudamericanas son también significativas. En el entorno de Vecindari habitan 11.060 foráneos.
A continuación, con niveles que oscilan entre el 5 y el 10%, se sitúan Ingenio, Agüimes (donde está empadronado un ciudadano de Kirguizistán), Valsequillo, Santa Brígida, Agaete y la capital, siendo las localidades del centro y Norte, junto a Telde, los lugares en los que la presencia de extranjeros es menor. El dato anecdótico lo arroja Artenara. Allí, entre pinares, viven 14 personas con otras nacionalidades. "La verdad es que los conocemos a todos", afirmaba hace una semana una empleada municipal.
Otro mito desmontado. Ni marroquíes (7.241), ni colombianos (6.475). La colonia mayoritaria en la isla es la alemana, con 9.759 germanos afincados sobre todo al socaire del buen clima.
También abundan los italianos (5.755), los cubanos (4.537), los británicos (4.537) y los chinos (3.050), que se han acercado hasta Canarias para expandir sus negocios de todo a 1 euro o sus exóticos restaurantes, sin olvidar la pesca y las grandes industrias petrolíferas que miran a Africa. Y tampoco faltan australianos o súbditos de países tan poco conocidos como Togo o Paúa Nueva Guinea.
Fotografía: Mujeres uruguayas residentes en nuestro municipio, en una imagen de archivo.