La Provincia
La Caja de Canarias y la empresa Emicela acaban de montar la mayor huerta solar en cubierta de toda Canarias. Esta estrategia empresarial, cuyo objetivo es diversificar en busca de nuevas fuentes de financiación, ha supuesto una inversión de más de ocho millones de euros.
La planta comenzó a operar el pasado 23 de diciembre y cuenta con una superficie total de 17.000 metros cuadrados. Esta moderna instalación, ubicada en el Polígono Industrial de Arinaga, podría estar amortizada en el plazo de diez años, siempre y cuando la prima por kilovatio que ofrece el Gobierno de España permanezca invariable, según apuntan técnicos conocedores de esta operación.
Además, estos mismos responsables lamentan el recorte de las subvenciones a la energía fotovoltaica decretada por el Ejecutivo (por encima del 45%), que dejará en situación de crisis al sector en el Archipiélago. De hecho, la nueva normativa reduce las primas a la energía fotovoltaica en todo el Estado y toma como baremo subvencionable la producción en el Norte de España, lo que deja fuera de subvención todo el excedente que podría producirse en regiones con más horas de sol, como Andalucía o Canarias.
En estas circunstancias, según denuncias varios empresarios del sector, las plantas fotovoltaicas dejarán de ser rentables, ya que el recorte llega en un periodo "muy complicado" para estas explotaciones porque es justo cuando los inversores están metidos en los bancos para pagarlas.
La planta comenzó a operar el pasado 23 de diciembre y cuenta con una superficie total de 17.000 metros cuadrados. Esta moderna instalación, ubicada en el Polígono Industrial de Arinaga, podría estar amortizada en el plazo de diez años, siempre y cuando la prima por kilovatio que ofrece el Gobierno de España permanezca invariable, según apuntan técnicos conocedores de esta operación.
Además, estos mismos responsables lamentan el recorte de las subvenciones a la energía fotovoltaica decretada por el Ejecutivo (por encima del 45%), que dejará en situación de crisis al sector en el Archipiélago. De hecho, la nueva normativa reduce las primas a la energía fotovoltaica en todo el Estado y toma como baremo subvencionable la producción en el Norte de España, lo que deja fuera de subvención todo el excedente que podría producirse en regiones con más horas de sol, como Andalucía o Canarias.
En estas circunstancias, según denuncias varios empresarios del sector, las plantas fotovoltaicas dejarán de ser rentables, ya que el recorte llega en un periodo "muy complicado" para estas explotaciones porque es justo cuando los inversores están metidos en los bancos para pagarlas.