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| El psicólogo Vicente Garrido durante su declaración |
Los peritos de la acusación, psicólogos y expertos
en casos de abusos sexuales, Vicente Garrido y Lorena Morales, declararon ayer en el juicio que se desarrolla en Las Palmas de Gran Canaria sobre el caso kárate y han asegurado que el principal acusado, Fernando Torres Baena, era el "agresor perfecto".
Garrido ha explicado ante la sala que "es muy difícil encontrar unos
relatos más verídicos" por parte de las declaraciones de los testigos y
describió a Torres Baena como "alguien con prestigio, figura deportiva y
moral de un pueblo" que, resaltó, contaba con la confianza de los
padres de los niños que acudían a su gimnasio. "Se creía superior y era
extraordinaria la paciencia que ponía en conseguir la sumisión de los
niños. Se tomaba la seducción como algo personal y la insistencia que
ponía implicaba hasta qué punto estaba comprometido con su misión
corruptiva", ha asegurado para resaltar, al igual que Morales, que
Torres Baena ejercía el rol de padre, amante y maestro karateca en toda
la presunta trama.
Los dos peritos han puntualizado que sus conclusiones son el
resultado de las entrevistas que mantuvieron con 20 testigos, de los que
nueve fueron chicas y once chicos de entre 15 y 30 años de edad. Aquí,
hicieron especial hincapié en que lo más importante de las declaraciones
de los testigos es la coincidencia de los relatos sobre la atracción y
la forma en la que comenzaban a formar parte de la "cuasi secta",
destacando la "altísima credibilidad" de los testimonios recogidos.
En este punto, Garrido señaló que el objetivo de la supuesta trama de
corrupción de menores era tener influencia sobre las presuntas víctimas
para que tuvieran al principal acusado como "referente del amor".
Agregó que Torres Baena era el "padre espiritual" y que se basaba en la
idea de que la auténtica familia del menor eran los que formaban parte
del gimnasio y el chalet de Playa de Vargas y no la familia biológica. También
apuntó que existía un fenómeno de manipulación y que en aquel entorno
"el grupo lo era todo", por lo que si el menor no participaba era un
"excluido".
Por su parte, el psicólogo explicó que en este tipo de casos,
admiración y temor son cosas compatibles, ya que se forma un "doble
vínculo" entre agresor y agredido. Por una parte hay un vínculo positivo
(por su prestigio deportivo y figura de autoridad) y por otra se daban
situaciones "muy duras", existiendo un rechazo a ser forzado.
Garrido insistió en que en los años de la adolescencia se es muy sensible a la autoridad y que, en el caso kárate,
Torres Baena era "indiscutible", llegando incluso a tildar la situación
como de "cuasi secta". Así, aunque dijo que esta trama no podía ser
considerada como una secta clásica (no existía aislamiento físico) sí
que se aprecia la figura de un líder y una estructura piramidal, donde
supuestamente "una de las misiones de los integrantes era convencer a
los demás para que participaran" en los actos sexuales.
En esta estructura, expuso que en la cúspide estaría Torres Baena,
con las también acusadas María José González e Ivonne González en el
segundo escalón, y el cuarto de los imputados, Juan Luis Benítez,
estaría un peldaño más abajo.
Respecto al silencio que las supuestas
víctimas mantuvieron durante tantos años, Garrido aseguró que era "una
manera de sobrevivir" a los hechos vividos y que, para un adolescente que
acababa de salir del gimnasio, era muy duro tener que enfrentarse al
prestigio del principal acusado y a la estructura montada. "Cuando una
persona se enfrenta a una estructura se siente muy débil, manifestó el psicólogo. Una vez que salen procuraban olvidar".
Al término de la sesión, todas las partes adelantaron que elevan a definitivas sus conclusiones. El fiscal Pedro Gimeno ratificó el informe en el que solicita 303 años de prisión para Torres Baena, 154 para María José González, 146 para Ivonne González y 18 para Juan Luis Benítez. La acusación particular, dirigida por el abogado José María Palomino, interesa penas más severas. Las defensas (Angel Luis Calonge por Torres Baena, Pino López por Maria José González, Octavio Quintana y Sergio Armario por Ivonne Herrera y María Rosa Díaz-Bertrana por Juan luis Benítez) piden la libre absolución.
El juicio se reanudará el lunes con los informes finales de las partes y quedará visto para sentencia antes de las vacaciones de navidades.
Al término de la sesión, todas las partes adelantaron que elevan a definitivas sus conclusiones. El fiscal Pedro Gimeno ratificó el informe en el que solicita 303 años de prisión para Torres Baena, 154 para María José González, 146 para Ivonne González y 18 para Juan Luis Benítez. La acusación particular, dirigida por el abogado José María Palomino, interesa penas más severas. Las defensas (Angel Luis Calonge por Torres Baena, Pino López por Maria José González, Octavio Quintana y Sergio Armario por Ivonne Herrera y María Rosa Díaz-Bertrana por Juan luis Benítez) piden la libre absolución.
El juicio se reanudará el lunes con los informes finales de las partes y quedará visto para sentencia antes de las vacaciones de navidades.
