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| Los trabajadores de la Residencia de Mayores del Cruce de Arinaga concentrados a las puestas del centro (Foto: Santi Blanco) |
La Provincia
El medio centenar de trabajadores de la Residencia de Mayores del Cruce de Arinaga, dependiente del Cabildo de Gran Canaria, y cuya gestión está a cargo del Grupo Sergesa S.A., llevan dos meses sin cobrar y, a pesar de que los 71 usuarios-as abonan con puntualidad sus cuotas mensuales, la empresa concesionaria presenta retrasos de pago en las nóminas del personal desde 2010. Por ello, los afectados han comenzado a concentrarse de manera indefinida en la puerta de su centro de trabajo.
El responsable de la Federación de Sanidad de Comisiones Obreras, Alejandro Rodríguez, señala que los 50 trabajadores-as del centro sufren retrasos en el pago de sus salarios desde que abrió en 2010. "Algunos meses, la empresa paga solo el 20% del sueldo y, en otras ocasiones, apenas el 10%" y añade que a día de hoy, la compañía tiene pendiente de pago a su plantilla dos nóminas y dos pagas extras, que corresponden a los suplementos de navidad y verano.
El centro sociosanitario cuenta con una capacidad de 71 usuarios, de los cuales 40 plazas son concertadas y las 31 restantes privadas. La cuota mensual que deben abonar sus residentes varía en función del tipo de plaza que ocupen y de los servicios que demanden. Sin embargo, este ratio puede abarcar desde los 220 euros mensuales hasta los 2.500 euros para las plazas privadas.
Según Rodríguez, tanto los usuarios como el Cabildo de Gran Canaria se encuentran al corriente de los pagos con la empresa Sergesa, concesionaria de la gestión del centro por un periodo de 25 años. Sin embargo, el flujo de capital no llega a las manos de los empleados.
El Consejero de Política Social del Cabildo de Gran Canaria, José Miguel Álamo, asegura que ante estas irregularidades la administración no está dispuesta a pagar los platos rotos de una mala gestión privada y que, en estos momentos, estudia las condiciones del contrato con el Grupo Sergesa S.A. a fin de garantizar su cumplimiento. En caso contrario, sería posible una rescisión del contrato.
