La Audiencia Provincial de Las Palmas celebrará en los próximos meses, antes de que acabe la primavera, con toda probabilidad de acuerdo con los plazos habituales para este tipo de procesos ante el jurado, la vista oral del juicio que se sigue contra la joven gallega Arantxa A.M., acusada de asesinar a su pareja sentimental, el catalán Jordi B.P., y convivir durante 18 días con el cadáver en la vivienda donde se cometió el crimen, en la Playa de Arinaga.
En fuentes jurídicas se espera el juicio por el crimen de Arinaga como la vista penal más interesante del año. No sólo porque el caso es en sí mismo como una novela policíaca, sino por el debate jurídico entre las partes: la fiscal Teseida García y el abogado Mario López (acusación particular en nombre de la familia del fallecido) presentan a Arantxa como una asesina bisexual y fría que llegó a acostarse con una joven en la misma casa donde se pudría en cuerpo de su exnovio, mientras los abogados defensores, José María Palomino y Daniel Montesdeoca buscan convencer al jurado de que la joven actuó en legítima defensa, atormentada por las perversiones sexuales de su pareja y para evitar que la violara cuando regresaba a casa bebido.
Junto a Arantxa, en el banquillo se sentará Tania S.D., una joven de Telde de 27 años acusada de encubrir el crimen para la que se piden tres años de cárcel. Su abogado, Ángel Luis Calonge, niega que supiera nada del crimen y afirma que sólo tuvo una relación sexual puntual con Arantxa, sin saber que en el piso de abajo estaba guardado el cuerpo sin vida del hombre.
Jordi, de 43 años, y Arantxa, entonces de 22, se habían conocido en la red de contactos Badoo y en mayo de 2013 habían fijado su residencia en un chalet de Arinaga por el que pagaban 800 euros al mes.
Simulando una enfermedad, Jordi había conseguido una pensión de invalidez de 7800 euros mensuales y recibía "dinero y bienes" de una amiga rusa con la que mantenía una relación a distancia. Esta le proporcionaba un alto nivel de vida, pero al enterarse que salía con Arantxa cortó el grifo económico y en junio de 2013 la pareja se vio "ahogada" en apuros económicos. Según la fiscal, por ello, en alguna de las noches entre el 21 y el 24 de junio de 2013, Arantxá mató a Jordi mientras dormía de una única puñalada en el corazón.
Mientras la fiscal destaca la condición bisexual de Arantxa y afirma que, a pesar de haber iniciado una relación con Jordi, nunca dejó de verse con otras mujeres, algo que su pareja, completamente enamorado, "consentía", la defensa afirma que el fallecido era sadomasoquista y que sometía a su pareja a actos dolorosos y pervertidos mientras la grababa en vídeo manteniendo sexo con otras personas. Asimismo, afirma que aquella noche llegó a casa bebido e intentó violarla, defendiéndose la acusada con un cuchillo.