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| La ministra Carmen Calvo, junto a representantes de las entidades organizadoras del congreso, minutos antes de su inauguración |
Redacción
La Ministra en funciones de la Presidencia, Relaciones con las Cortes e Iguadad, Carmen Calvo, inauguró ayer el I Congreso Internacional de Género que, organizado por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, a través de la Cátedra Derechos Humanos y Estudios Jurídicos de Género, el Gobierno de Canarias, el Pacto de Estado contra la Violencia, el Cabildo de Gran Canaria y la Diputación del Común, se desarrolla hasta mañana en el Teatro Auditorio Agüimes.
Calvo, tras agradecer "invitación a este congreso, que abrirá sus puertas o otros muchos por la necesidad de reflexionar sobre los problemas de igualdad de derechos entre mujeres y hombres que afrontamos como sociedades democráticas", destacó que "necesitamos que la sociedad, a través de sus instrumentos cívicos, sociales y políticos, asuma la garantía efectiva de igualdad porque es el reto más importante de cualquier sistema democrático del mundo, que tiene en la seguridad y la garantía de que las mujeres no sean asesinadas por el simple hecho de serlo su mayor problema, por lo que hay que mirar el mundo y seguir avanzando en la protección de los derechos y las libertades de las mujeres".
Asimismo, ha incidido en la importancia de la Ley Orgánica de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género aprobada en 2004 porque "nuestro país, dijo, tomó una decisión necesaria, justa y valiente al asumir una responsabilidad que durante mucho tiempo ha sido y sigue siendo ejemplar para otros estados del mundo. Esto, añadió, supuso una transformación profunda sobre cómo entender y manejar el asunto más grave en cuanto a desigualdad, que es la violencia de género, la violencia machista".
La ministra incidió también en que "los asesinatos de mujeres y de sus hijos-as son el rostro más insoportable de la inseguridad que las mujeres asumimos como ciudadanas de cualquier estado y, desde luego, es mucho más grave en los sistemas democráticos porque en otros lugares del mundo, ni siquiera tienen reconocidos los derechos".
Finalmente, recordó a los congresistas congregados en el Teatro Auditorio Agüimes que "el reto más importante para la democracia en el siglo XXI es la igualdad entre mujeres y hombres y, en cuanto a la sostenibilidad, el problema más grave es el cambio climático. Todos los demás asuntos, aseguró, son casi secundarios".
Calvo, tras agradecer "invitación a este congreso, que abrirá sus puertas o otros muchos por la necesidad de reflexionar sobre los problemas de igualdad de derechos entre mujeres y hombres que afrontamos como sociedades democráticas", destacó que "necesitamos que la sociedad, a través de sus instrumentos cívicos, sociales y políticos, asuma la garantía efectiva de igualdad porque es el reto más importante de cualquier sistema democrático del mundo, que tiene en la seguridad y la garantía de que las mujeres no sean asesinadas por el simple hecho de serlo su mayor problema, por lo que hay que mirar el mundo y seguir avanzando en la protección de los derechos y las libertades de las mujeres".
Asimismo, ha incidido en la importancia de la Ley Orgánica de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género aprobada en 2004 porque "nuestro país, dijo, tomó una decisión necesaria, justa y valiente al asumir una responsabilidad que durante mucho tiempo ha sido y sigue siendo ejemplar para otros estados del mundo. Esto, añadió, supuso una transformación profunda sobre cómo entender y manejar el asunto más grave en cuanto a desigualdad, que es la violencia de género, la violencia machista".
La ministra incidió también en que "los asesinatos de mujeres y de sus hijos-as son el rostro más insoportable de la inseguridad que las mujeres asumimos como ciudadanas de cualquier estado y, desde luego, es mucho más grave en los sistemas democráticos porque en otros lugares del mundo, ni siquiera tienen reconocidos los derechos".
Finalmente, recordó a los congresistas congregados en el Teatro Auditorio Agüimes que "el reto más importante para la democracia en el siglo XXI es la igualdad entre mujeres y hombres y, en cuanto a la sostenibilidad, el problema más grave es el cambio climático. Todos los demás asuntos, aseguró, son casi secundarios".
