El Cabildo de Gran Canaria ha tenido que destinar 400.000 euros a una campaña de retirada de muebles, escombros y hasta animales muertos depositados por la ciudadanía en barrancos, puentes y otros espacios públicos en los que, además del perjuicio medioambiental que conlleva, generan un gran peligro cuando llueve al ser arrastrados y taponan las salidas al mar, así como los riesgos que se corren en caso de temporal o incendios.
La campaña, que durará en torno a cuatro meses, ha retirado ya, en las primera cuatro semanas, 276 toneladas de diversos puntos de la isla que a los pocos días han vuelto a estar llenos de residuos, según señala el Coordinador de la Policía de Aguas del Cabildo de Gran Canaria, Ismael Guerra, por lo que la institución insular no solo solicita que se dejen de depositar residuos en las zonas públicas y lo hagan en los puntos habilitados para ello, sino que pide también al colaboración ciudadana para denunciar estos depósitos ilegales que generan un gran perjuicio al resto de la población.
Los restos retirados hasta ahora, que deberían ser entregados a gestores autorizados (Reciclaje de Escombros Canarios y Hoya Aguedita), son 124,5 toneladas de residuos mezclados y otras 123 toneladas de hormigón, ladrillos, tejas y material cerámico.
Además, se han retirado casi 14 toneladas de restos de madera, entre muebles y otros enseres; más de 7 toneladas de plásticos; 6 toneladas de residuos biodegradables; y casi 2 toneladas de neumáticos que deben ser entregados, según el caso, a gestores autorizados o en los ecoparques de la isla.
En cuanto a los lugares de actuación, la Policía de Aguas del Cabildo de Gran Canaria está priorizando aquellos puntos de riesgo, como desembocaduras de barrancos y obras de paso, así como las expuestas a la vista aérea en las inmediaciones del aeropueto, habiendo sido retirados ya residuos de los barrancos de Telde, Los Chorros, La Higuera, San Felipe, Guiniguada, Balos, Guayadeque y Basayeta, entre otros.