Jueves, 11 de abril.
Desde tiempo indefinido a los vecinos de Agüimes se nos conoce también con el gentilicio popular de “lagarteros/as”. Resulta evidente que esto no se debe a la existencia de algún tipo de lagarto endémico en el municipio, ni tiene que ver con el viento, la temperatura, la lluvia o el relieve especial de la Villa, pues otros pueblos vecinos disfrutan de las mismas características climatológicas. Descartadas las motivaciones naturales, describimos algunos indicios que nos han llevado a plantear la hipótesis lagarterana.
En la década de 1980, el matrimonio formado por los agüimenses don Rafael Bordón y doña Teresa Ruano organizaban excursiones a la Península. En algunas de ellas realizan visitas a la Comunidad de Castilla-La Mancha, en concreto, a la provincia de Toledo. Al visitar el pueblo de Lagartera, les llamó la atención el tipo de calado que allí se hacía, dada su semejanza y paralelismo con el tradicional calado de Agüimes. Es así como se plantean también la posibilidad de que la denominación popular de “lagartero/a” pudiera tener su origen en esta localidad.
Durante años, este matrimonio mantiene correspondencia con el entonces alcalde de dicha localidad. La intuición inicial se convierte en hipótesis y la profesora doña Pilar González Sánchez empieza a investigar sobre la posibilidad de que algún grupo de colonos castellanos, establecidos en Agüimes tras la conquista de la isla, provinieran del pueblo de Lagartera. Además, ante el interés del entonces alcalde de Lagartera, don Maximiano Santillán García, así como también de un grupo de agüimenses, la Comisión Municipal Permanente del Ayuntamiento de Agüimes, el 7 de abril de 1983, acordaba por unanimidad establecer contacto oficial con el Ayuntamiento de Lagartera (Toledo) a los efectos de un posible hermanamiento entre ambos municipios.
Diez meses después, el 6 de junio de 1984, la misma Comisión Permanente del Ayuntamiento estudiaba un escrito de Lagartera en relación a una posible visita de lagarteranos a la Villa de Agüimes con motivo de celebrarse en Agüimes las “Bodas de Plata” de la coronación de Ntra. Sra. del Rosario. La Comisión decidió dejar pendiente este asunto.
Sin embargo, ocho años después, el 27 de julio de 1992, con motivo del Hermanamiento de Agüimes con Santa Clara (Cuba), volvió a plantearse, esta vez en el pleno de la Corporación, la idea de proceder a un Hermanamiento también con Lagartera, de donde procedían, supuestamente, algunos de los primeros pobladores de Agüimes. Sin embargo, el alcalde y la Corporación consideró que no estaba constatado suficientemente que así fuera, sino que lo único que existía eran algunas teorías al respecto, pero que todavía no estaban demostradas.
No obstante, consta históricamente que, desde principios del siglo XVII, los lagarteranos se expandieron por toda España vendiendo paños confeccionados en sus propios telares. También constituye un hecho histórico la presencia en esta Villa del asentamiento de una colonia de castellanos procedente de la provincia de Toledo.
Igualmente, es conocido que, en la primera mitad del siglo XVII, concretamente, el 27 de mayo de 1646, en asamblea realizada en el desaparecido templo de San Sebastián, los vecinos de Agüimes acordaron encomendarse a la Virgen del Rosario como copatrona de la Villa.
Y, llegados a este punto, para demostrar la hipótesis histórica lagarterana, sólo faltaba por confirmar si alguno de los vecinos que participaron en aquella asamblea procedían de Lagartera o de alguna otra localidad cercana perteneciente a su Partido Judicial (Talavera de la Reina). Para ello, el papel de la Genealogía como ciencia auxiliar de la Historia resultaba fundamental. Y el prestigioso profesor y especialista Faneque Hernández Bautista se ofreció desinteresadamente a despejar esta hipótesis histórica. Sin embargo, sus investigaciones no obtuvieron el resultado esperado.
De todas maneras, destacamos algunas coincidencias que existen en la actualidad entre Agüimes y Lagartera. Por ejemplo, tenemos la ya mencionada semejanza de sus calados y bordados con los tradicionales calados de Agüimes; también tenemos en común a la Virgen del Rosario como copatrona y, en ambas localidades, su festividad se celebra el primer domingo de octubre de cada año.
Finalmente, nada que objetar a lo que es evidente: el verdadero gentilicio de Agüimes es “agüimense”. Pero también es cierto que nos acompaña otro gentilicio popular, “lagartero/a”, del que nos sentimos igualmente satisfechos. Y quien suscribe mantiene la convicción de que, en algún momento y mediante alguna otra vía indirecta, se podrá demostrar con rigor histórico el origen lagarterano de nuestro popular “lagartero/a”.
*Fernando T. Romero es Cronista Oficial de Agüimes.
