Miércoles, 22 de enero.
Óscar Hernández (Alcalde de Agüimes)
Agüimes / Eres ayer y mañana, / eres historia y proyecto, / con una mitad de púrpura y la otra mitad de pueblo. / Agüimes, lleno de historias / de soles y cicatrices, / de nostalgias y misterio. / Agüimes, sigue soñando. / Tienes solidez de siglos / Y eres de cristal y sueños. / Escúchate a ti mismo / Y aviva la alta llama de tus sueños.
Señor presidente del Cabildo (hijo predilecto de Agüimes), señores y señoras concejales (compañeros de la Corporación Municipal), representantes de las asociaciones y colectivos del municipio de Agüimes, dignísimas autoridades, personas y entidades homenajeadas, queridos vecinos y vecinas.
Estos versos del profesor Joaquín Artiles explican a la perfección el sentido de este Acto Institucional de Honores y Distinciones del municipio de Agüimes. Hoy rendimos homenaje a Agüimes, a su ayer y su mañana, a su historia y a su proyecto, a sus soles y cicatrices. Pero sobre todo a sus sueños, a la alta llama de sus sueños, reflejados en las cinco personas y entidades que hoy reciben la Espiga de Oro de nuestro municipio.
Esto es mucho más que un simple acto protocolario. Es un reconocimiento a la trayectoria y el trabajo de los galardonados. La Espiga de Oro resalta los valores, virtudes, principios e ideales en los que nos vemos representados como pueblo y que homenajeamos con la firme voluntad de que tengan reflejo en nuestra diaria convivencia. A partir de ahora, las personas y entidades que los detentan pasarán a formar parte de pleno derecho de nuestra identidad y de nuestra historia, se convertirán en símbolo y ejemplo para quienes formamos parte de esta querida colectividad que llamamos Agüimes.
Desde el inicio de los tiempos, el ser humano ha contemplado las estrellas, ha admirado el firmamento. Sobrecogida por su propia pequeñez, la humanidad se ha cuestionado a sí misma y se ha formulado las grandes preguntas de la existencia: ¿quiénes somos? ¿qué hacemos aquí? ¿por qué? ¿para qué? Seguimos sin poder dar respuesta a estas cuestiones, pero sabemos mucho más de nosotros mismos, de nuestro sistema solar, de nuestra galaxia y del vasto universo gracias a personas de la talla de Ptolomeo, Tycho Brahe, Copérnico, Galileo, Newton, Halley, Kepler, William y Carolina Herschel, Carl Sagan, Albert Einstein y en general gracias a quienes han persistido en la búsqueda de respuestas, individuos que han levantado su mirada hacia el cielo con una incansable curiosidad científica, con ese infatigable afán por saber, por conocer, por aprender, que es una de las principales características que definen a los mejores ejemplares de nuestra especie.
Las personas que están detrás de la Fundación Observatorio Astronómico de Temisas pertenecen a ese cada vez más selecto grupo de curiosos impenitentes, que no sólo se empeñan en saber, sino que además participan de la idea generosa y altruista de que el conocimiento debe ser compartido. Así, alientan a los demás a conocer los secretos insondables de un universo inabarcable. Con la Espiga de Oro, Agüimes está reconociendo a esta entidad sin ánimo de lucro, su papel como promotor del saber científico y humanístico: ciencia y humanismo, que en el caso de la Física y la Astronomía se dan la mano. Este reconocimiento llega además justo cuando la Fundación se dispone a afrontar la próxima inauguración de un nuevo y moderno planetario digital, así como la firma de un acuerdo de colaboración con el Instituto Geográfico Nacional para la construcción de una estación radioastronómica que colocará a Agüimes a la vanguardia de las ciencias de la tierra y el espacio.
Mirar al cielo es algo hermoso, pero de nada sirve si no se pone un ojo también en los asuntos más terrenales de este planeta nuestro, tan necesitado de solidaridad. La Tierra ya ha superado la cifra de 8.000 millones de habitantes. Hemos alcanzado altísimas cotas de progreso, hemos conseguido sorprendentes avances científicos y tecnológicos, importantes logros en educación y en sanidad, pero el bienestar está muy lejos de abarcar al conjunto de la población.
El mundo está plagado de conflictos, de enfermedades y de miseria. Según el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, 1.100 millones de personas viven en situación de pobreza multidimensional, es decir, sufren pobreza en múltiples dimensiones, especialmente en tres: imposibilidad de acceso a la educación formal, ausencia de recursos sanitarios básicos y extrema precariedad económica. El 40% de ellos, casi 500 millones de personas, se encuentran en esta situación por el solo hecho de haber nacido en zonas del mundo expuestas a conflictos.
El mundo está cada vez más dividido entre quienes tienen mucho y quienes apenas tienen nada, entre quienes podemos disfrutar de los avances de la humanidad y quienes están absolutamente excluidos del bienestar. Por eso, es casi una obligación moral que quienes estamos a este lado, en el lado de la opulencia, echemos una mano a quienes se encuentran en la otra orilla, en el lado de la miseria. A eso se dedica desde hace ya 25 años la Organización No Gubernamental para el Desarrollo Canarias con Mozambique, creada en el municipio de Agüimes por un grupo de personas concienciadas con esta realidad. Esta Espiga de Oro es un homenaje y al mismo tiempo un agradecimiento a quienes desde Agüimes se implican y trabajan en el ámbito de la solidaridad internacional, vecinos y vecinas de nuestro municipio que se empeñan en aportar su grano de arena para construir un mundo mejor. Como dicen las misioneras con las que trabajan, Canarias con Mozambique no se merece sólo una, sino todo un campo de Espigas de Oro.
De empeño, de esfuerzo y de trabajo sabe mucho Adrián Santana, todo un ejemplo de superación personal. Sus logros son una inspiración para todos y cada uno de nosotros, pero especialmente para quienes en algún momento de sus vidas se encuentran con un obstáculo en su camino. Las barreras, los obstáculos, las limitaciones pueden ser vencidas con tesón y determinación. Si se lo propone de verdad, nada puede parar a un espíritu humano convencido de querer alcanzar un noble objetivo.
Cerca de 30 kilómetros de nado semanal, más el trabajo en seco, en el gimnasio: Adrián entrena más que muchos deportistas profesionales, que muchos millonarios del deporte. Y lo hace sólo por dos motivos: por puro amor al deporte, a la natación, y por ganas de superarse a sí mismo, de ser cada día un poco mejor que el anterior. Una férrea voluntad de mejora que le impulsa a cumplir sus retos personales y a sortear las adversidades que la vida le presenta. La Espiga de Oro de Agüimes reconoce este afán de superación y pone en valor el esfuerzo de Adrián, para que sirva de espejo a las nuevas generaciones de jóvenes agüimenses.
La transmisión de valores a las nuevas generaciones no sería posible sin personas y entidades que ejerzan de notarios de la actualidad, que cuenten lo que acontece para convertirlo en un relato compartido, en definitiva, en cultura. A este viejo y primordial oficio de registrar y contar lo que ocurre, se dedican desde tiempos inmemoriales narradores, escritores, actores, dibujantes, artistas, periodistas o comunicadores, grupo este último al que pertenece desde hace más de 30 años Domingo Martín.
Tuvo Domingo la fortuna de descubrir pronto su vocación, deslumbrado por la magia de las ondas, embrujado por el encanto de la técnica, los micrófonos, los reproductores de audio, las mesas de sonido y posteriormente por las cámaras, los focos y los platós de televisión. Integrante desde sus inicios de los medios de comunicación municipal de Agüimes, pioneros de la información local en Canarias, Domingo nunca se conformó con cumplir con el cometido encomendado. Interesado por los nuevos escenarios en que se producía la comunicación social, en 2006 quiso ir más allá para crear su blog de Noticias de Agüimes, referente imprescindible de la actualidad municipal en estas últimas dos décadas. En este tiempo el blog se ha empapado de la mirada curiosa y del carácter despierto, minucioso y perseverante que siempre han distinguido a su autor, amante incondicional de Agüimes y digno merecedor de este reconocimiento institucional.
De amor incondicional por su pueblo también ha dado buena muestra siempre, a lo largo de sus cinco décadas de historia, la murga Los Sombreritos, la más veterana del lugar, pero no por ello menos fiestera y parrandera. Símbolo de nuestro carnaval, Los Sombreritos cumplen 50 años saliendo a las calles del pueblo y subiéndose a concursar al escenario de la plaza del Rosario. No se puede decir que hayan logrado muchos premios, hay que reconocerlo, pero sí que han cosechado grandes triunfos. Porque su éxito no es cantar bien ni lucir el mejor disfraz. Su verdadero éxito es alegrar a la vecindad, sacar sonrisas, mostrar la retranca y el buen humor que les caracteriza, despertar simpatías entre propios y extraños y sobre todo demostrarnos a todos la importancia de saber gozar de la vida.
Larga vida a la murga más vieja, la que viste de payaso, la que gusta a las mujeres, la que siempre lleva un vaso. Larga vida al carnaval de Agüimes. Y larga vida a la camaradería, el disfrute, la diversión y el goce de vivir del que hacen gala Los Sombreritos, unas cualidades que consiguen transmitir por capilaridad a todo el municipio de Agüimes.
La aportación que estas personas y entidades han realizado a nuestra comunidad es merecedora del homenaje público que hoy le hacemos. Queremos que sus méritos sean conocidos y reconocidos dentro y fuera de nuestros límites municipales.
Los hombres y mujeres de Agüimes nos sentimos dignamente representados por ustedes y nos sentimos orgullosos de sus respectivas trayectorias. Enhorabuena por esta distinción y muchas gracias por poner su pequeño grano de arena para que Agüimes sea hoy más y mejor.
Muchas gracias.
Señor presidente del Cabildo (hijo predilecto de Agüimes), señores y señoras concejales (compañeros de la Corporación Municipal), representantes de las asociaciones y colectivos del municipio de Agüimes, dignísimas autoridades, personas y entidades homenajeadas, queridos vecinos y vecinas.
Estos versos del profesor Joaquín Artiles explican a la perfección el sentido de este Acto Institucional de Honores y Distinciones del municipio de Agüimes. Hoy rendimos homenaje a Agüimes, a su ayer y su mañana, a su historia y a su proyecto, a sus soles y cicatrices. Pero sobre todo a sus sueños, a la alta llama de sus sueños, reflejados en las cinco personas y entidades que hoy reciben la Espiga de Oro de nuestro municipio.
Esto es mucho más que un simple acto protocolario. Es un reconocimiento a la trayectoria y el trabajo de los galardonados. La Espiga de Oro resalta los valores, virtudes, principios e ideales en los que nos vemos representados como pueblo y que homenajeamos con la firme voluntad de que tengan reflejo en nuestra diaria convivencia. A partir de ahora, las personas y entidades que los detentan pasarán a formar parte de pleno derecho de nuestra identidad y de nuestra historia, se convertirán en símbolo y ejemplo para quienes formamos parte de esta querida colectividad que llamamos Agüimes.
Desde el inicio de los tiempos, el ser humano ha contemplado las estrellas, ha admirado el firmamento. Sobrecogida por su propia pequeñez, la humanidad se ha cuestionado a sí misma y se ha formulado las grandes preguntas de la existencia: ¿quiénes somos? ¿qué hacemos aquí? ¿por qué? ¿para qué? Seguimos sin poder dar respuesta a estas cuestiones, pero sabemos mucho más de nosotros mismos, de nuestro sistema solar, de nuestra galaxia y del vasto universo gracias a personas de la talla de Ptolomeo, Tycho Brahe, Copérnico, Galileo, Newton, Halley, Kepler, William y Carolina Herschel, Carl Sagan, Albert Einstein y en general gracias a quienes han persistido en la búsqueda de respuestas, individuos que han levantado su mirada hacia el cielo con una incansable curiosidad científica, con ese infatigable afán por saber, por conocer, por aprender, que es una de las principales características que definen a los mejores ejemplares de nuestra especie.
Las personas que están detrás de la Fundación Observatorio Astronómico de Temisas pertenecen a ese cada vez más selecto grupo de curiosos impenitentes, que no sólo se empeñan en saber, sino que además participan de la idea generosa y altruista de que el conocimiento debe ser compartido. Así, alientan a los demás a conocer los secretos insondables de un universo inabarcable. Con la Espiga de Oro, Agüimes está reconociendo a esta entidad sin ánimo de lucro, su papel como promotor del saber científico y humanístico: ciencia y humanismo, que en el caso de la Física y la Astronomía se dan la mano. Este reconocimiento llega además justo cuando la Fundación se dispone a afrontar la próxima inauguración de un nuevo y moderno planetario digital, así como la firma de un acuerdo de colaboración con el Instituto Geográfico Nacional para la construcción de una estación radioastronómica que colocará a Agüimes a la vanguardia de las ciencias de la tierra y el espacio.
Mirar al cielo es algo hermoso, pero de nada sirve si no se pone un ojo también en los asuntos más terrenales de este planeta nuestro, tan necesitado de solidaridad. La Tierra ya ha superado la cifra de 8.000 millones de habitantes. Hemos alcanzado altísimas cotas de progreso, hemos conseguido sorprendentes avances científicos y tecnológicos, importantes logros en educación y en sanidad, pero el bienestar está muy lejos de abarcar al conjunto de la población.
El mundo está plagado de conflictos, de enfermedades y de miseria. Según el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, 1.100 millones de personas viven en situación de pobreza multidimensional, es decir, sufren pobreza en múltiples dimensiones, especialmente en tres: imposibilidad de acceso a la educación formal, ausencia de recursos sanitarios básicos y extrema precariedad económica. El 40% de ellos, casi 500 millones de personas, se encuentran en esta situación por el solo hecho de haber nacido en zonas del mundo expuestas a conflictos.
El mundo está cada vez más dividido entre quienes tienen mucho y quienes apenas tienen nada, entre quienes podemos disfrutar de los avances de la humanidad y quienes están absolutamente excluidos del bienestar. Por eso, es casi una obligación moral que quienes estamos a este lado, en el lado de la opulencia, echemos una mano a quienes se encuentran en la otra orilla, en el lado de la miseria. A eso se dedica desde hace ya 25 años la Organización No Gubernamental para el Desarrollo Canarias con Mozambique, creada en el municipio de Agüimes por un grupo de personas concienciadas con esta realidad. Esta Espiga de Oro es un homenaje y al mismo tiempo un agradecimiento a quienes desde Agüimes se implican y trabajan en el ámbito de la solidaridad internacional, vecinos y vecinas de nuestro municipio que se empeñan en aportar su grano de arena para construir un mundo mejor. Como dicen las misioneras con las que trabajan, Canarias con Mozambique no se merece sólo una, sino todo un campo de Espigas de Oro.
De empeño, de esfuerzo y de trabajo sabe mucho Adrián Santana, todo un ejemplo de superación personal. Sus logros son una inspiración para todos y cada uno de nosotros, pero especialmente para quienes en algún momento de sus vidas se encuentran con un obstáculo en su camino. Las barreras, los obstáculos, las limitaciones pueden ser vencidas con tesón y determinación. Si se lo propone de verdad, nada puede parar a un espíritu humano convencido de querer alcanzar un noble objetivo.
Cerca de 30 kilómetros de nado semanal, más el trabajo en seco, en el gimnasio: Adrián entrena más que muchos deportistas profesionales, que muchos millonarios del deporte. Y lo hace sólo por dos motivos: por puro amor al deporte, a la natación, y por ganas de superarse a sí mismo, de ser cada día un poco mejor que el anterior. Una férrea voluntad de mejora que le impulsa a cumplir sus retos personales y a sortear las adversidades que la vida le presenta. La Espiga de Oro de Agüimes reconoce este afán de superación y pone en valor el esfuerzo de Adrián, para que sirva de espejo a las nuevas generaciones de jóvenes agüimenses.
La transmisión de valores a las nuevas generaciones no sería posible sin personas y entidades que ejerzan de notarios de la actualidad, que cuenten lo que acontece para convertirlo en un relato compartido, en definitiva, en cultura. A este viejo y primordial oficio de registrar y contar lo que ocurre, se dedican desde tiempos inmemoriales narradores, escritores, actores, dibujantes, artistas, periodistas o comunicadores, grupo este último al que pertenece desde hace más de 30 años Domingo Martín.
Tuvo Domingo la fortuna de descubrir pronto su vocación, deslumbrado por la magia de las ondas, embrujado por el encanto de la técnica, los micrófonos, los reproductores de audio, las mesas de sonido y posteriormente por las cámaras, los focos y los platós de televisión. Integrante desde sus inicios de los medios de comunicación municipal de Agüimes, pioneros de la información local en Canarias, Domingo nunca se conformó con cumplir con el cometido encomendado. Interesado por los nuevos escenarios en que se producía la comunicación social, en 2006 quiso ir más allá para crear su blog de Noticias de Agüimes, referente imprescindible de la actualidad municipal en estas últimas dos décadas. En este tiempo el blog se ha empapado de la mirada curiosa y del carácter despierto, minucioso y perseverante que siempre han distinguido a su autor, amante incondicional de Agüimes y digno merecedor de este reconocimiento institucional.
De amor incondicional por su pueblo también ha dado buena muestra siempre, a lo largo de sus cinco décadas de historia, la murga Los Sombreritos, la más veterana del lugar, pero no por ello menos fiestera y parrandera. Símbolo de nuestro carnaval, Los Sombreritos cumplen 50 años saliendo a las calles del pueblo y subiéndose a concursar al escenario de la plaza del Rosario. No se puede decir que hayan logrado muchos premios, hay que reconocerlo, pero sí que han cosechado grandes triunfos. Porque su éxito no es cantar bien ni lucir el mejor disfraz. Su verdadero éxito es alegrar a la vecindad, sacar sonrisas, mostrar la retranca y el buen humor que les caracteriza, despertar simpatías entre propios y extraños y sobre todo demostrarnos a todos la importancia de saber gozar de la vida.
Larga vida a la murga más vieja, la que viste de payaso, la que gusta a las mujeres, la que siempre lleva un vaso. Larga vida al carnaval de Agüimes. Y larga vida a la camaradería, el disfrute, la diversión y el goce de vivir del que hacen gala Los Sombreritos, unas cualidades que consiguen transmitir por capilaridad a todo el municipio de Agüimes.
La aportación que estas personas y entidades han realizado a nuestra comunidad es merecedora del homenaje público que hoy le hacemos. Queremos que sus méritos sean conocidos y reconocidos dentro y fuera de nuestros límites municipales.
Los hombres y mujeres de Agüimes nos sentimos dignamente representados por ustedes y nos sentimos orgullosos de sus respectivas trayectorias. Enhorabuena por esta distinción y muchas gracias por poner su pequeño grano de arena para que Agüimes sea hoy más y mejor.
Muchas gracias.