Jueves, 9 de octubre.
Fernando T. Romero*
Aunque era público el anhelo de Telde por disponer de un Puesto de la Guardia Civil, el Ayuntamiento de Agüimes desconocía que se estuviera gestando la supresión del Puesto de su localidad. Pero el 14 de diciembre de 1902, los periódicos “Diario de Las Palmas”, “Unión Liberal” y “España”, publicaban la noticia de que había sido suprimido el Puesto de la Guardia Civil de esta Villa para trasladarlo a la ciudad de Telde.
Inmediatamente, la Corporación acordó dirigirse al Sr. Presidente del Partido Liberal de esta isla que, casualmente era el agüimense Vicente Ruano y Urquía, “rogándole encarecidamente se dignara interponer su valiosa influencia, de ser cierta la noticia, a fin de que no se nos despoje sin causa ni motivo que lo justifique, del Puesto fijo de la Guardia Civil que a esta Villa se le concedió después de haberlo rehusado dicha ciudad, a quien hoy se quiere honrar con dicho puesto, usurpándoselo a quien de hecho y de derecho le presencie.” También se aprobó comunicar al mencionado Sr. Presidente de dicho Partido que “los gastos que sobre el particular se ocasionasen, correrían de cuenta del municipio de esta Villa, quien, en beneficio de sus administrados está dispuesto a defender todo lo que considere necesario”. Pero, como ya hemos expuesto en comunicación anterior, la decisión ya estaba tomada y la Villa de Agüimes fue despojada de dicha institución para trasladarla a la ciudad de Telde.
Sin embargo, el Ayuntamiento no acababa de creerse lo que consideraba que le habían robado. Y, por ejemplo, en junio de 1904, la Corporación continuaba teniendo alquilada una casa de Manuel Cabrera Suárez para el Puesto de la Guardia Civil y había acordado reformarla. Y en diciembre de ese mismo año (1904), decidía alquilar para el mismo fin, las dependencias de la denominada “Casa del Sr. Lozano”, propiedad de Antonio Amador Artiles y de Gregorio Rodríguez de León, por ser más espaciosa y cómoda y estar situada en la parte céntrica del pueblo; pues, según noticias, el mencionado Puesto se establecerá en breve tiempo”.
Pero la realidad, era que la Benemérita no regresaba. Y ahora, al contrario que en la etapa anterior, era el Ayuntamiento de Agüimes quien solicitaba al Puesto de Telde parejas de la Guardia Civil para que vinieran a la Villa y, en algunos casos, permanecieran algunas noches, sobre todo, con motivo de las fiestas del patrono San Sebastián.
Pasaba el tiempo y las esperanzas de que regresara la Benemérita empezaron a desvanecerse. En diciembre de 1905, a instancia de la propietaria Antonia Gómez Suárez, la Corporación aprobaba devolverle la casa que mantenía alquilada. Como puede observarse, tres años después de su marcha, el Ayuntamiento mantenía local alquilado, creyendo que el regreso de la Guardia Civil podía ser inminente.
Sin embargo, pasó un lustro y en abril de 1910, el Ayuntamiento retomaba el asunto, “al considerar de nuevo la conveniencia de que se estableciera en esta Villa, como ya existió, un Puesto de la Guardia Civil”. Poco a poco, empezó a recuperarse de nuevo las esperanzas del regreso de la Benemérita. En agosto de 1912, el alcalde daba cuenta de las gestiones que había estado realizando con objeto de posibilitar el establecimiento nuevamente en esta Villa de un Puesto de la Guardia Civil. Y manifestaba que el Sr. Capitán de la Guardia Civil le había prometido que estaba dispuesto a establecer el Puesto deseado, si se le facilitaba local apropiado y el menaje de escritorio que se acostumbra. La Corporación acordó alquilar una casa apropiada y que el menaje se le facilitará cuando ya esté incorporada la fuerza.
Pero todavía pasaron casi cinco años más, y en febrero de 1917, el concejal José Suárez Rodríguez manifestaba en sesión plenaria que tenía entendido que la Dirección General de la Guardia Civil proyectaba la creación de nuevos Puestos, por lo que creía oportuno que se solicitara el restablecimiento del que ya tuvo esta Villa. Después de tratarse el asunto, la Corporación acordaba que el Alcalde solicitara del Sr. Director de la Guardia Civil la restauración del Puesto de Agüimes a las órdenes de un sargento del Instituto, prometiendo facilitar la Casa-Cuartel desde que se tuviera conocimiento de la creación de dicho Puesto, haciendo, si fuera preciso, un expediente de transferencia de crédito del actual presupuesto o formándose un presupuesto extraordinario para atender esta necesidad.
Por fin, en septiembre de 1918, el alcalde reiteraba la necesidad de crear el Puesto con dos guardias al mando de un sargento. Después de debatirse este asunto, una vez más, se aprobaba solicitar el referido Puesto, renovando el Ayuntamiento su compromiso de facilitar la Casa-Cuartel y la asistencia médica y medicina en los casos de enfermedad.
Meses después, el 8 de diciembre de 1918, se aprobaba por unanimidad que se alquilase las casas de Luis Suárez Gómez, situada en la calle La Paz, haciéndole el dueño las reparaciones que fueran precisas y facultándose al alcalde para firmar contrato de inquilinato por cinco años. Pocos días después (25 de diciembre), se firmaba el contrato de inquilinato de la Casa Cuartel, por 360 ptas. anuales.
En esos mismos días, el 29 de diciembre de 1918, la Corporación Municipal nombraba Hijo Predilecto de Agüimes a Juan Melián Alvarado, entonces Delegado Regio de Enseñanza de Gran Canaria, “por los innumerables servicios prestados a su pueblo natal”, y entre ellos, se expresaba “la creación del Puesto de la Guardia Civil ya establecido”.
Por todo lo anterior, junto con la insistencia municipal, no debemos obviar el contexto político del momento, es decir, la notable influencia por entonces del político agüimense, Juan Melián Alvarado. Por tanto, fue en diciembre de 1918, cuando de manera definitiva, regresó a Agüimes el Puesto de la Guardia Civil, ausente en la localidad desde diciembre de 1902 (dieciséis años después).
El alquiler de la propiedad de Luis Suárez Gómez, fue prorrogado y renovado en varias ocasiones, permaneciendo el Puesto de la Guardia Civil en este domicilio durante más de 30 años. Sólo en marzo de 1951, aparece Fabiana Cazorla Alemán solicitando y obteniendo del Ayuntamiento un aumento de la renta por el alquiler de la Casa-Cuartel.
Por otra parte, hacemos notar que, desde la década de 1940, los mandos de la Benemérita deseaban construir en Agüimes una Casa Cuartel, pero el Ayuntamiento se negaba, alegando siempre que no disponía de recursos económicos para proceder a dicha construcción, por lo que el Puesto de Agüimes permaneció durante muchos años en casas particulares de la Villa.
Pero, en marzo de 1943, a indicación del Sr. Jefe de Línea de la Guardia Civil, la Corporación decidía hacer gestiones para adquirir un solar donde construir una Casa Cuartel en la Villa. Sin embargo, continuó pasando los años y es en diciembre de 1955, cuando el Ayuntamiento ofrece solar a la Dirección General de la Guardia Civil para la construcción de la Casa-Cuartel, comprometiéndose, además, (en agosto de 1956) a abonar el 10% del coste de la obra.
Posteriormente, y nada menos que ocho años más tarde, por el Decreto 799/1963, de 18 de abril, publicado en el B.O.E. nº 96, de 22 de abril de 1963, se aprobaba la construcción de la actual Casa-Cuartel de la Guardia Civil.
Finalmente, en julio de 1965, aprovechando una serie de inauguraciones en Agüimes con motivo de la cercana entonces fiesta nacional del “18 de julio”, se trasladaron a la Villa de Agüimes el Gobernador Civil-Jefe Provincial del Movimiento, el Presidente del Cabildo Insular, el Delegado Provincial de Sindicatos y el Jefe Provincial de Sanidad. Estas autoridades visitaron y examinaron la recién construida Casa-Cuartel, la cual sería inaugurada oficialmente en octubre de ese mismo año (1965).
Por tanto, desde 1918, el Puesto de la Guardia Civil de Agüimes continúa siendo protagonista y testigo de nuestra historia, haciendo gala de su permanente compromiso y dando un impecable servicio a la población. Y, además, el actual edificio de la Casa-Cuartel cumple, en estos días, el sesenta aniversario de su inauguración (1965-2025), cumpleaños que modestamente celebramos, divulgando ésta su trayectoria en el municipio.