24 de agosto de 2008

Agüimes busca guardias (Artículo publicado en el diario ABC.es el día 18 de agosto)

Domingo, 24 de agosto.

ABC.es
Es un lugar estigmatizado. Marcado a fuego durante muchos años por su fama de territorio estresante, rudo y desagradecido. Un sitio al que pocos agentes quieren ser destinados y en el que los que ya están, ceden el testigo tarde o temprano. Se trata de la Casa-Cuartel de la Guardia Civil en Agüimes, puesto principal ubicado en pleno Sureste de Gran Canaria que se ocupa de velar por la seguridad de una demarcación que comprende los municipios de Agüimes e Ingenio.
Los motivos que convirtieron la dupla Agüimes-Ingenio en "territorio comanche" son variados. Pero la orografía es uno de sus principales problemas. Los agentes actúan en zonas dispares. Tan pronto atienden la costa (en la lucha contra el tráfico de drogas y la inmigración clandestina), como en zonas de difícil acceso, como el Barranco de Guayadeque, e incluso tienen que hacerse cargo de los Polígonos Industriales de Arinaga y Las Majoreras, sin descuidar los núcleos urbanos, algunos de ellos como Los Corralillos, Temisas y La Pasadilla alejan considerablemente a la patrulla de las principales masas de población. Demasiados focos en los que poner el ojo.
Debido a esto, surge la fama entre los guardias civiles de ser una zona en la que abundan muy diversos tipos de delincuencia, problema que se agrava por ser una de las demarcaciones con mayor número de enfermos mentales. "La demarcación es grande y las vías de comunicación entre los pueblos dificultan nuestra labor. A veces, por poner un ejemplo, un requerimiento por amenazas te puede coger en la otra punta de la demarcación, a diez o quince minutos del lugar de los hechos yendo muy rápido. Y esos diez minutos para la persona agredida pueden ser una eternidad", señalan fuentes de la Benemérita en la Villa.
El imparable crecimiento demográfico ha convertido ambos municipios en un hervidero de gente que, si se añaden otros 50.000 habitantes del municipio de Santa Lucía, de éstos se ocupa el acuartelamiento de Vecindario, provocan que los agentes "se quemen" y pidan el traslado al cumplir el año de servicio. Traducción: unas quince plazas vacantes.
El cuartelillo de Agüimes es la sede de unos setenta guardias. Más de la mitad de ellos se ocupan de la seguridad ciudadana. El resto desempeña sus funciones recogiendo las denuncias de los vecinos, tramitando atestados, inmersos en diversas investigaciones, o volcados con el seguimiento y la protección de las víctimas de violencia contra las mujeres y los menores en desamparo. Setenta agentes al servicio de dos municipios que superan los 50.000 habitantes. Ésa es la teoría. En la práctica, el número de efectivos se reduce aun más por las vacaciones y las bajas, lo que ha provocado que durante mucho tiempo sólo pudiese salir a la calle una patrulla por turno. El mínimo establecido para un puesto de las características del de Agüimes.
Por si fuera poco, con la llegada del verano, las actuaciones se multiplican merced a la cantidad de concentraciones lúdico-festivas que se producen en la zona. Fiestas patronales, aumento de la actividad nocturna y, en definitiva, mucha más gente de lo habitual con tiempo libre. "En las fiestas tenemos que recurrir a otros cuarteles para que nos refuercen. Tienen que venir patrullas desde Arguineguín, Vecindario o el propio Aeropuerto", relatan. ¿Y quién protege a las personas que no están de fiesta? "Contamos con el apoyo de las policías locales pero cada casa tiene sus limitaciones y su propia problemática", alegan desde la Benemérita.
En cualquier caso, las mismas fuentes reconocen que, a pesar de las adversidades, las 36 horas de descanso semanales, un día y medio libre se cumplen. "Se han hecho esfuerzos para que las condiciones de trabajo sean óptimas. Esfuerzos en cuanto a recursos materiales y también humanos. Gracias a ello, hoy es posible tener tres patrullas por turno, pero aún son realmente pocas para lo que hay en la calle". Estos esfuerzos han sido solicitados, entre otros, por los Alcaldes de la Mancomunidad del Sureste (Santa Lucía, Agüimes e Ingenio), quienes piden religiosamente cada año que se dote de recursos humanos el Cuerpo.
Cada vez que se produce la habitual foto de presentación en la que la Delegación del Gobierno en Canarias "enseña" a los nuevos agentes de la Guardia Civil en las Islas, Agüimes, Ingenio y sus respectivos pagos miran de reojo. Esta demarcación sabe que su fama le precede y que no es un lugar apacible para trabajar, al menos en lo que a seguridad se refiere, con entusiasmo.