Nueva Canarias hizo pública días atrás, una nota en la que respalda la negativa a la instalación de una planta regasificadora en Arinaga, manifestada reiteradamente por la Mancomunidad del Sureste desde que se iniciara el debate de la entrada del gas.Nueva Canarias recuerda que la decisión sobre la ubicación de esta planta depende del Cabildo de Gran Canaria y del Gobierno autónomo y advierte que en ningún momento el Ejecutivo canario ha consultado ni a la institución insular, ni a la Mancomunidad, acerca de sus posiciones al respecto.
Los nacionalistas aseguran que el Gobierno de Canarias ha estado alargando injustificadamente la toma de una decisión sobre este asunto, a pesar de que existe una posición documentada, y en absoluto caprichosa, de los municipios de la isla y del Cabildo Insular. Se trata de un asunto estratégico para Gran Canaria y, por tanto, el Gobierno de Canarias debe asumir su responsabilidad y exponer de una vez cuál es la opción por la que se decanta.
La organización nacionalista rescata el acuerdo del pleno del Cabildo Insular, de junio de 2006, en el que la institución se posicionó, por mayoría absoluta, en contra de su instalación en Arinaga, y a favor de una planta en alta mar (off-shore), así como el acuerdo de enero de este año, en el que se instaba al Gobierno de Canarias a buscar una solución negociada junto al Cabildo y los ayuntamientos en la entrada del gas.
Nueva Canarias ha manifestado en diferentes ocasiones su apoyo a la entrada del gas como elemento de diversificación para la producción de energía, pero considera que debe introducirse utilizando criterios de seguridad y menor impacto medioambiental y no sólo argumentos económicos, tal como ha hecho el Gobierno de Canarias.
Por tanto, Nueva Canarias apoya de forma clara y contundente, un plan energético que garantice la diversificación, entendiendo que ésta no pasa únicamente por la incorporación del gas, sino por una apuesta decidida por las energías alternativas.
