Óscar Hernández*
La transformación del municipio de Agüimes en los últimos 40 años ha sido radical. Los cambios producidos en la evolución de las infraestructuras y la dinámica social se han producido con una celeridad vertiginosa, con un impacto mayor que la suma de los cambios producidos en todas las épocas anteriores.
Un parámetro que nos puede ilustrar el alcance de esta variación puede ser el crecimiento de la población censada, que se ha triplicado. La consecuencia inmediata para albergar este crecimiento tiene su reflejo en el propio paisaje con la transformación del territorio. En todos y cada uno de los núcleos urbanos se ha ampliado la superficie territorial urbana para poder dar cabida a la población demandante. La premisa presente en todo momento para estos crecimientos ha sido la del respeto a la integración de esos nuevos espacios en cada barrio. Las ampliaciones producidas siempre han sido complementarias al objeto de no generar colisión con el entorno al que se adhieren.
Las infraestructuras básicas (agua potable, alumbrado público, saneamiento, asfaltado) han pasado de inexistentes a llegar al 100% de todos los rincones del municipio. Esta situación obligaba a que los primeros gobiernos democráticos establecieran como prioridades para el destino de los escasos recursos los siguientes ansiados servicios: la red de agua de abasto público, la red de saneamiento y depuración de aguas residuales, la red de riego agrícola y de zonas verdes, el asfaltado en todas las calles y la red de alumbrado público. La situación en la actualidad es bien distinta. No existe ningún barrio que carezca de dichas condiciones básicas de habitabilidad, pero, además, no se produce ningún crecimiento de asentamiento urbanístico sin las garantías previas de su existencia. La dinámica de trabajo actual del gobierno local se centra en intentar mejorarlos, buscando la eficiencia, la sostenibilidad y la calidad de los servicios. Afortunadamente, hemos evolucionado de la necesidad de la existencia de estos servicios a buscar la optimización de ellos.
Este avance ha sido contemporáneo con otro de los pilares básicos en las aspiraciones de cualquier administración local, la de lograr la construcción de los edificios necesarios para albergar las actividades de dinamización. La voluntad irrenunciable de vivir en un municipio con mejor calidad de vida se ha convertido en el espíritu que refleja la transformación de Agüimes.
Todos los barrios del municipio cuentan con infraestructuras públicas municipales adaptadas como canchas deportivas multiusos (es el municipio de Canarias con más metros cuadrados por habitantes), plazas públicas para la celebración de distintos eventos, locales sociales para los vecinos-as o casas de la cultura en todas las localidades, un centro de hidroterapia y actividades deportivas municipal, seis campos de fútbol de césped artificial, cinco pabellones cubiertos, dos teatros, unidades escolares, tres centros de salud, amplios espacios verdes, etc.
Contamos con el polígono industrial continuo más importante de Canarias con una importante repercusión económica en el PIB insular.
Pero permítanme concluir destacando el aspecto más importante en el cambio de modo de vida de los agüimenses, la participación ciudadana. A lo largo del año se organizan actividades, talleres y cursos desde las distintas concejalías que movilizan a la casi totalidad de la población.
*Óscar Hernández es Alcalde de Agüimes.
El artículo lo publicó el periódico La Provincia con motivo del especial "40 años de ayuntamientos democráticos".