Domingo, 26 de enero.
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Vecinos y vecinas de Agüimes, en una imagen de archivo, durante un acto del Carnaval en la Plaza Nuestra Señora del Rosario |
Casi la mitad de los municipios
canarios sufrió un descenso de su población en el último año. La última
revisión de los padrones constata una caída del número de habitantes en 41
localidades canarias, frente al aumento en otras 46 y de un único caso en el
que se mantuvo invariable, como es el caso de Barlovento, en La Palma.
Canarias
cerró 2013 con un total de 2.118.678 residentes, con un aumento de 335 personas,
que equivalen a un 0,02% más, arrastrado por la fuerte subida que tuvo
Fuerteventura y, en menor medida, de Gran Canaria, ya que el resto de islas
tuvo una variación negativa, que constatan un cambio social. Mientras, el Alcalde de Valleseco, Dámaso Arencibia, reclama un trato diferenciado para los
pueblos rurales que permita frenar la emigración.
La población del archipiélago
echa el freno. Después de ritmos de crecimiento del 23% durante la primera
década del nuevo siglo, la última revisión publicada por el Instituto Canario
de Estadísticas (INE) refleja una evolución demográfica, que podría desembocar
próximamente en una inusual etapa de descensos, si no existen otros factores
que logren alterarlo.
El archipiélago volvió a
registrar su registro histórico de población. Tras una variación absoluta
escasa de 335 personas, el padrón contempla a 2.118.679 habitantes, lo que
supone casi el doble del existente a finales de la década de los 60 del siglo
pasado. En cualquier caso, los últimos datos demuestran que existe la
posibilidad de entrar en una etapa de crecimiento negativo. Entre otras
razones, motivado por el regreso de muchos emigrantes, el descenso de la
natalidad y la fuga de muchos vecinos a los centros de actividad económica,
especialmente entre los municipios rurales.
La tendencia dispar se deja
sentir en los censos de las distintas islas. Cinco islas sufren una caída de
habitantes, mientras sólo dos han conseguido frenar esta sangría demográfica.
Gran Canaria tiene tras la última revisión un total de 852.723 habitantes,
contabilizando un aumento de 498 inscritos, lo que significa una subida
porcentual escasa del 0,06%.
En cambio, el verdadero tirón
para que Canarias siga al alza viene de la mano de Fuerteventura. La isla llega
a 109.174 residentes, con una subida de 2.718 personas durante los últimos doce
meses, equivalentes al 2,55%.
El resto entra en la senda
negativa. El ejemplo más significativo es Tenerife. La isla más poblada del
Archipiélago disminuye su padrón en 1.098 personas (un 0,12%), quedando en 2013
su población consolidada en 897.582 personas.
En cambio, Lanzarote sufre un
leve retroceso demográfico. La disminución de 498 residentes (el 0,13%) le deja
con 141.953 personas. La mayor disminución absoluta y porcentual se cuantifica
en La Gomera, que registra 21.153 vecinos, con una disminución de 1.197
residentes (el 5,36%).
La población de El Hierro pasa
a ser ahora de 10.979 personas, con una bajada de 54 residentes (el 0,49%),
mientras La Palma se queda con 85.115, perdiendo 353 individuos (el 0,41%) en
el mismo periodo de tiempo.
De los 88 municipios canarios,
un total de 46 tuvieron subidas de población, frente a los 41 localidades que
sufren un descenso y el citado caso anecdótico de Barlovento, en el que se
mantuvo estable de un año para otro.
En el caso de Gran Canaria, el
ejemplo más representativo de caída es Mogán. La localidad turística ha perdido
a 2.443 personas en un año, esto es, más de un 10%. Una cifra muy
significativa, dado que se queda con apenas 21.782 habitantes censados, ya que
la flotante por razones turísticas es mucho mayor. Este dato supone también un
lastre a la hora de conseguir dinero de las Administraciones, si no se corrige
luego a la hora de tener en cuenta el coste que supone el elevado movimiento
vacacional que acumula.
La evolución negativa se deja
sentir especialmente en los municipios rurales del Norte, donde siete de los
pueblos pertenecientes a la Mancomunidad de Ayuntamientos suman una pérdida de
869 vecinos. Y los más castigados son La Aldea, donde la crisis del tomate y
del conjunto de la agricultura le ha supuesto la marcha de 405 habitantes,
muchos de ellos extranjeros. Y, a su vez, de Guía, que cae hasta los 13.811
vecinos. Pero, también Tejeda, roza los dos mil vecinos, al marcharse 91 lugareños.
En la misma tendencia se
encuentra Arrecife de Lanzarote, que pierde 611 empadronados y Haría otros 408.
En la provincia de Santa Cruz
de Tenerife es significativa la diminución que sufre una localidad turística
como Puerto de La Cruz, en Tenerife, que ha perdido con la última revisión
publicada por el Instituto Nacional de Estadística (INE) a 3.736 habitantes. Y
también sobresalen los casos de La Laguna, con 1.506 vecinos menos; y la bajada
de 1.456 individuos de San Miguel de Abona, ambas en la citada isla.
También hay excepciones. Este
es el caso de Valleseco, en Gran Canaria, que ha logrado revertir la evolución
anterior, aunque de forma casi testimonial, ya que apenas gana una persona.
"Hace tiempo que vi un cambio de tendencia, retornando mucha gente, sobre
todos jóvenes. Me imagino que tiene que ver con la situación económica, ya que
las segundas residencias se han convertido en primeras con la llegada de hijos
y nietos; y eso se nota", asegura el alcalde, Dámaso Arencibia. Valleseco llegó a superar los 4.000 vecinos, pero gota a gota
se redujo hasta los actuales 3.904. Y ahora pretende recuperar la senda
positiva. "Se ha parado la caída de la población y esperamos mantenerla y,
si es posible, incrementarla poco a poco".
Una de las razones son las
alternativas económicas generadas en torno al campo y al cultivo ecológico,
aprovechando el nuevo mercado y el nicho económico ligado a la sidra y los
productos asociados a la manzana. "Hay mucha gente que apuesta por el
sector ecológico y por llevar otro modo de vida, sensibilizada con el medio
ambiente. Y aquí se dan las condiciones para conseguirlo ".
Dámaso Arencibia entiende que
los municipios rurales, que son los más afectados por este proceso de
despoblamiento, tienen pocas oportunidades de empleo, por lo cual sus vecinos
optan por la emigración a la capital y a los núcleos turísticos del Sur en
busca de un futuro económico. Para transformar esta situación, Arencibia cree
que hay que potenciar la inversión privada. Considera que los cascos del Norte
tienen un nivel de servicios muy elevado, pero faltan nuevas oportunidades. Y
habla de fijar un tratamiento legal diferenciado. A su juicio, hay que tomar
como ejemplo el modelo turístico adaptado para islas como La Palma, La Gomera y
El Hierro, con una oferta de alojamientos específica. "En La Palma se
aceptan hoteles de 40 camas en suelo rústico. Y eso es impensable aquí. A lo
mejor lo que hay que hacer es trasladar ese modelo a las zonas de Medianías y
Cumbres, y no generalizar un planteamiento globalizado para islas como Gran
Canaria", sometido a unos estándares vinculados básicamente a las grandes
zonas turísticas del Sur, con unas necesidades y demandas totalmente distintas
al resto, ya que su prioridad en esta nueva fase es adoptar una política de
renovación. Pero esa prioridad, añade, no deberían afectar a las zonas rurales.
Incluso, también habla de introducir particularidades específicas en el nuevo
Régimen Económico y Fiscal (REF). "Todo ello, añade, para
buscar inversión privada, que es la que genera empleo y riqueza".
Además de Valleseco, el
crecimiento poblacional se dejó sentir especialmente en rincones como Santa
Lucía, en Gran Canaria, donde se incrementó en 1.225 personas; en La Oliva
(Fuerteventura), con 1.004 inscritos más en el último censo, los 754 de Las
Palmas de Gran Canaria, los 870 habitantes nuevos de Telde, así como los 302 de
Agüimes, por citar algunos ejemplos. En este caso, solo el municipio de Ingenio
rompe la fuerte tendencia de crecimiento demográfico de la Comarca del Sureste
en Gran Canaria. Eso sí, perdiendo sólo 70 personas en su padrón del año 2013,
según los últimos datos del INE.
En el caso de Santa Cruz de
Tenerife se registra un mayor número de municipios en cifras negativas, ya que
cae en 29 localidades disminuyó y solo creció en 24 en toda la provincia
En
Tenerife, los dos grandes municipios turísticos sustentan el descenso
demográfico global que experimenta la Isla en el último informe estadístico. En
el caso de Adeje, aumenta en 2.493 habitantes, por los 3.269 de Arona. A esto
se suman los 1.063 de Granadilla de Abona.