La Provincia
Los riesgos de un cero energético se mantienen latentes en Canarias y el sistema eléctrico de las islas adolece de hasta ocho puntos negros y cuellos de botella que no terminan de solventarse y que abocan a varias zonas del archipiélago a sufrir los rigores de los apagones y de un suministro deficiente.
Las inclemencias meteorológicas de las últimas semanas no han hecho sino evidenciar los fallos de una red que no se ha adaptado al ritmo del crecimiento social y económico de las islas y a la que la crisis ha dado un "respiro", según reconocen tanto el Gobierno de Canarias como las operadoras del sistema. Los lugares con más problemas siguen siendo el Sur de las islas más habitadas (Tenerife, Gran Canaria, Fuerteventura y Lanzarote), el norte de Gran Canaria y las áreas metropolitanas de las dos capitales.
El Sur de Gran Canaria presenta, a priori, una mejor situación en cuanto a suministro eléctrico que el Sur de Tenerife. Tanto en Arinaga, como en la zona de Santa Águeda, está prevista la construcción de sendas subestaciones, para aprovechar los vuelcos en la red de la energía eólica y facilitar el enganche con el nuevo doble circuito de 220 kilovatios entre las centrales de Tirajana y Jinámar.
Fotografía: Trabajos de reparación, en la zona de El Pie de la Cuesta, de un cable de alta tensión caído la pasada semana por los fuertes vientos que azotaron nuestro municipio