10 de noviembre de 2012

Colaboración: "Sobre la huelga general 14N (II)

Sábado, 10 de noviembre.

Roque Aguayro
El día 14 de noviembre de 2012 (la huelga general, las manifestaciones convocadas en toda España y en Europa, la movilización de la ciudadanía...) puede ser la clave para el futuro de España, Europa, la democracia y los trabajadores.
La política neoliberal dictada por Mérkel, la Troika y el Partido Popular, está llevando a la pobreza más absoluta a millones de ciudadanos; está quebrando el Estado de Derecho, empujando hasta el precipicio los derechos laborales y el Estado de bienestar.
Roque Aguayro piensa que ya es hora de pasar a la acción para evitar este enorme retroceso para la Justicia Social y las libertades.
¡A la calle, que ya es hora
de pasearnos a cuerpo
y mostrar que, pues vivimos, anunciamos algo nuevo
(Gabriel Celaya)
Esto no es asunto sólo de los sindicatos, ni afecta sólo a los sindicatos. Nos jugamos mucho todos. Es asunto de toda la sociedad. Es la hora de la ciudadanía. No podemos seguir siendo, como escribía hace poco Rafael Argullol en El País, una democracia de avestruces: "todos con la cabeza bajo el ala y, por supuesto, si mirar nunca de frente". Cornelius Castoriadis ("Detener el crecimiento de la insignificancia"), frente a lo que llama el conformismo generalizado, en oposición al ejercicio de sus derechos y sus deberes democráticos, cita a Tucídides: "Hay que elegir: descansar o ser libre" y clama: "Ustedes no pueden reposar. No pueden sentarse frente al televisor. Ustedes no son libres cuando están frente al televisor. Ustedes creen que son libres haciendo zapping como imbéciles. Ustedes no son libres, es una falsa libertad. Este es el gran problema de la democracia y el individualismo". Es el mismo camino que transita Félix Ovejero ("¿Idiotas o ciudadanos?"): "La democracia liberal nunca ha confiado en los ciudadanos (...) Sencillamente, el absentismo ciudadano forma parte del guión con el que se han diseñado las instituciones (...) Es lo previsto. La apatía o la falta  de participación es, más que un reto, una solución a la exigencia liberal de preservar la libertad negativa (...) Lo malo es que el desinterés por la actividad pública parece traducirse en un empeoramiento de casi todas las sendas, de las condiciones en las que llevar a cabo cualquier plan de vida".
No nos queda otra salida. Cívicamente, pacíficamente, democráticamente: ¡A la calle!, que ya es hora.
(Extracto de un texto de Antonio Morales).