Carlos Gallo*
Vivimos emocionados con todas las funciones y
ventajas que nos entregan las comunicaciones de las nuevas tecnologías y es, por
ese motivo, que en la actualidad muchísimas personas las utilizan habitualmente
para sus actividades diarias, ya sean laborales, de ocio, de amistad o
cualquier otra función, como es el caso de la participación ciudadana en las
decisiones o actividades políticas municipales, regionales o nacionales.
Las tecnologías actuales permiten implementar
en cualquier municipio la adaptación del concepto del servicio al
ciudadano denominado tele-democracia existente en el Ayuntamiento de Jun
(Granada), donde el ciudadano residente tiene derecho a participar en los
plenos del municipio, mediante preguntas, comentarios por twitter, vídeo-conferencia, respondiendo a las consultas del alcalde realizadas por twitter
durante el pleno, intervención personal, etc.
Las elecciones europeas son en mayo de 2014 y
las municipales en 2015, dos fechas marcadas como objetivos prioritarios de los
políticos y es, por ese motivo, que ya han comenzado con el gran marketing político
en sus formatos tradicionales, pero en la actualidad con el valor añadido de la
gran novedad de las redes sociales y todo en su conjunto con la finalidad de
cautivar votos para las próximas elecciones.
Atención, es en este sentido donde el ciudadano
debe tener mucho cuidado, porque ya se empiezan a detectar a cierta cantidad de
políticos que utilizan las redes sociales para su exclusivo marketing y
beneficio personal, amparándose en el anuncio que de esa manera están
potenciando y logrando la participación de los ciudadanos, publicidad muy
atrayente para justificar el esfuerzo de estar presentes en las redes sociales
(twitter, facebook, etc).
El ciudadano debe verificarlo por sí mismo y
obtener sus propias conclusiones. Para ello es muy interesante leer artículos
existentes en Internet, entre los cuales está el correspondiente al catedrático
Pablo Vázquez Sande de la Universidad de Santiago de Compostela (USC), cuyo
título es “Alcaldes españoles en Twitter: ¿diálogo o monólogo?”.
Teniendo en cuenta una serie de pautas, sobre
la utilización de twitter por parte del político en cuestión, permiten obtener
conclusiones sobre el comportamiento del mismo en esa red social:
1) El tipo de intervención puede ser de
publicaciones por voluntad propia mediante tweets o replicando el contenido de
otros usuarios mediante el retweets, la relación de cantidades entre uno y otro
tipo, el tono empleado en las respuestas o en tweets emitidos y el lenguaje que
debe ser accesible a todo el mundo.
2) Magnitud del desequilibrio en la relación
entre cantidad de seguidores (followers) y seguimiento (followings), este
último puede significar el nivel de interés que despiertan los otros usuarios
en los políticos y podría ser un indicio del grado de receptividad y de
pro-actividad a la comunicación con otras cuentas y de la preocupación por el
contacto con el resto de la comunidad de ciudadanos.
3) Magnitud de la cantidad de días sin que
existan nuevos tweets y el nivel de la acumulación de interacciones no
respondidas a otros usuarios. En definitiva el comportamiento y el nivel de
interacción del político.
4) La variación en aumento o descenso de la
cantidad de seguidores y de seguimiento, sin olvidar que diferentes estudios
sugieren que ambas cantidades deben estar equilibradas.
5) Si el contenido de las publicaciones es
netamente monológico o unidireccional, con textos de carácter meramente
informativo y con el añadido que no responden a las consultas a pesar de que en
numerosas ocasiones hayan sido interpelados.
6) Cuando los tweets tienen aspecto de agenda
del político o de publicidad del partido.
En el extremo positivo, cuando transmiten
mediante retweet los contenidos de los rivales políticos o utilizan los hashtags
para generar conversaciones en la red social.
El diálogo en una red social para utilización
política, al igual que la propia actividad política y democrática, debe ir de
la mano de la participación de los ciudadanos, por lo tanto no es posible el monólogo
del político, ni utilizar la excusa de la falta de tiempo para interactuar,
puesto que en ese caso es mejor que tenga su equipo de apoyo para la gestión de
twitter o simplemente no estar en la red social.
Después de realizar un pequeño análisis
comportamiento y de las intervenciones realizadas en twitter por el político de
vuestro interés, llegarán a conclusiones sorprendentes y en muchas ocasiones
quedarán totalmente desilusionados al comprobar que el político de vuestro
agrado aparentemente solo le interesa el marketing y beneficio personal y para
nada la participación del ciudadano.
Lectores caminar con mucha cautela y abrir
bien los ojos antes de decidir el voto, porque dentro de unos meses nos jugamos
el futuro de todos durante otros cuatro años.
*Carlos Gallo es colaborador en la tertulias políticas de Radio Agüimes Onda Libre.