Yanira Álvarez*
Desde hace
mucho tiempo el mundo ha dependido, depende y dependerá del petróleo, las
sociedades han hecho que todas sus infraestructuras sociales y económicas gire
en torno a este hidrocarburo.
Pero este almacén no es un pozo sin fondo, y tiene su límite. El sustento de
gran parte de la población mundial está relacionado con el petróleo, algunos países
usan este recurso como moneda de cambio y como amenaza para conseguir sus
objetivos, sin recurrir al dialogo y al consenso, como las amenazas a la UE por
el gas natural desde Rusia, así como la generación de numerosos conflictos
armados, el último más relevante en Crimea.
Se ha
demostrado científicamente que esta dependencia al petróleo ha puesto en
peligro a muchas familias, llegando a generar enfermedades, donde uno de cada
ocho muertes en el mundo están relacionadas con la exposición a zonas
contaminadas. Según la OMS (Organización Mundial de la Salud), más de 7
millones de personas mueren anualmente en el mundo a causa de la contaminación
ambiental ya sea fuera o dentro del hogar, lo que convierte a la polución en el
principal riesgo medioambiental para la salud.
Para EE.UU., autentico motor y
contaminador por excelencia, se debe a un proceso cíclico del planeta, el hecho
de que los glaciares se descongelen no es significativo, así como que la
temperatura se haya incrementado anualmente y que los niveles de las mareas, si
bien en computo anual es por milímetros, en el transcurso de décadas ha
aumentado varios metros. Así sugieren que la era glaciar, hace millones de años,
no fue por causas humanas, al igual que los efectos mencionados anteriormente,
y los denominados invernadero, lluvia ácida, etc.
Ante un
futuro incierto, algunos pensamos que el futuro de nuestros hijos debe
prevalecer creando unos cimientos que fortalezcan los pilares de un planeta
saludable. Y la solución no son los hidrocarburos y sus derivados, llámese gas
natural, sino la apuesta por las energías renovables, como eólica, solar, etc.
En las
Directrices de la Ordenación Sectorial de Energía, se recalcaba la necesidad de
potenciar las energías renovables, sin más datos que los puramente
estructurales, no así de los beneficios económicos de la instalación de gas
natural en el archipiélago. Se ha demostrado hasta la saciedad que la
alternativa para obtener una alta rentabilidad económica en el consumo energético,
si es eso lo que se busca, es y será las energías limpias o renovables. ¿Por qué?,
respuesta bien sencilla, por no genera contaminación y la proporciona la propia
naturaleza.
El
problema radica en que desde Madrid ha puesto cortapisas a las renovables
porque su intención no es otra que seguir fomentando el petróleo y sus
derivados, independientemente de que a las aguas profundas de Canarias se las
considere Lugar de Interés Comunitario por el Ministerio de Medioambiente, aun
así podrán seguir aplicando las políticas de prospecciones petrolíferas en
Canarias. En este sentido para continuar con el proceso burocrático, resulta
significativo, que el Ministro de Energía quiera si o si realizar prospecciones
pero necesite un informe del Ministerio de Medioambiente, cuyo responsable, según
el periódico ELPAIS, posee acciones de una petrolera. Curioso, ¿no?
Canarias
es uno de los ambientes más estudiados a nivel científico en cuanto a la
aplicación de estas alternativas de generación energética, por su situación,
por sus condiciones ambientes, etc. Un ejemplo claro, es la isla de El Hierro
que fue declarada por la UNESCO, Reserva de la Biosfera, además es la primera
isla del mundo en abastecerse de energías renovables. Y parece ser que será la única
del archipiélago, visto lo visto.
Canarias es el escenario ideal para
llevar a cabo esta potenciación de las energías limpias, podemos hacer que no
solo El Hierro, se abastezca de estos recursos sino todas las islas.
Disfrutamos de condiciones meteorológicas envidiables, y si no preguntemos a
los turistas, de sol y playa. Si se aplicara un mayor esfuerzo para la
instalación de huertos solares,
con paneles fotovoltaicos, la rentabilidad llegaría al poco tiempo, ya que
disfrutamos de sol, prácticamente durante 365 días al año, buena cuenta de esto
lo pueden dar algunos hoteles del sur de Gran Canaria que disfrutan de las
bondades de dichas instalaciones y que han reducido notablemente el gasto energético
en sus facturas. También estamos condicionados por los vientos alisios que han
dibujado en nuestros paisajes una naturaleza atractiva y de gran belleza
geomorfológica y cuya energía eólica podemos disfrutar durante prácticamente
todo el año. Además, estamos rodeados de mar, de corrientes marinas atlánticas,
que ha demostrado en determinados lugares del mundo ser otro medio vehicular
para obtener energía, denominada energía mareomotriz.
Por este motivo, se debe apostar
por las energías renovables y no considero ni consideramos oportuno ni
apropiado la instalación de la regasificadora en Arinaga. Mas aun, cuando en
Arinaga, se dan todas las circunstancias para aplicar campos de obtención de energía
eólica, solar y mareomotriz. Son muchas las reivindicaciones de los vecinos y
vecinas de Agüimes en este sentido, además de solicitar la no instalación de la
regasificadora en Arinaga. En este sentido, comparto las inquietudes de
nuestros vecinos y vecinas, ya que todo lo que suponga un descenso en las
emisiones de contaminantes a nuestra atmosfera y por consiguiente nuestro
planeta es factible. Se lo debemos a nuestra tierra, es nuestra
responsabilidad, debemos salvaguardarla para que la disfruten nuestras futuras
generaciones.
*Yanira Álvarez es portavoz de Coalición Canaria en el Ayuntamiento de Agüimes.