Domingo, 22 de septiembre.
La Provincia
Los municipios del sureste no podrán ofrecer este año sus apreciadas aceitunas por la falta de fruto, ya que la zafra será mucho menor que en años anteriores y ha provocado que Agüimes haya decidido no abrir la almazara municipal.
El ingeniero agrónomo de Agüimes, Domingo Bordón, señala que esta escasez se debe a la climatología, pues cuando hay algún problema con las cosechas suele ser por causas ambientales o por problemas de temperaturas o calima.
Asimismo, explica que para que haya floración tiene que haber unas temperaturas adecuadas, que no se han dado este año, cuando ha habido muy poca variación frío-calor y bastante calima, sobre todo en la época en la que debían florecer los olivos.
El polvo de la calima, añade, finalmente terminó por afectar a la poca floración que se dio, que no llegó a cuajar y, por lo tanto, tampoco hubo frutificación.
A la climatología se suma también el hecho que los olivos del sureste son veceros, es decir, que un año dan mucha producción y al siguiente o siguientes pueden dar menos o muy poco.
Además, influye sobremanera el manejo que haga el agricultor-a a la hora de no podar o abonar el árbol en el momento adecuado, que puede hacer que aparezcan enfermedades o playas, subraya Bordón, que agrega que todos son factores ambientales y no una cosa puntual de temperaturas o calima.
Los principales espacios productores de Agüimes se reparten en el casco, Los Corralillos, donde se da más la picual o arbequina, y Temisas, donde predomina la verdial.
Agüimes contó el pasado año con una zafra en los olivos que llegó casi a los 10.000 kilos, que al molerlos en la almazara municipal alcanzaron los 1.000 litros de aceite de oliva virgen extra.
El ingeniero agrónomo de Agüimes, Domingo Bordón, señala que esta escasez se debe a la climatología, pues cuando hay algún problema con las cosechas suele ser por causas ambientales o por problemas de temperaturas o calima.
Asimismo, explica que para que haya floración tiene que haber unas temperaturas adecuadas, que no se han dado este año, cuando ha habido muy poca variación frío-calor y bastante calima, sobre todo en la época en la que debían florecer los olivos.
El polvo de la calima, añade, finalmente terminó por afectar a la poca floración que se dio, que no llegó a cuajar y, por lo tanto, tampoco hubo frutificación.
A la climatología se suma también el hecho que los olivos del sureste son veceros, es decir, que un año dan mucha producción y al siguiente o siguientes pueden dar menos o muy poco.
Además, influye sobremanera el manejo que haga el agricultor-a a la hora de no podar o abonar el árbol en el momento adecuado, que puede hacer que aparezcan enfermedades o playas, subraya Bordón, que agrega que todos son factores ambientales y no una cosa puntual de temperaturas o calima.
Los principales espacios productores de Agüimes se reparten en el casco, Los Corralillos, donde se da más la picual o arbequina, y Temisas, donde predomina la verdial.
Agüimes contó el pasado año con una zafra en los olivos que llegó casi a los 10.000 kilos, que al molerlos en la almazara municipal alcanzaron los 1.000 litros de aceite de oliva virgen extra.