Pedro Javier Manzi es un futbolista carismático de 18 años y nacido en Uruguay. Actualmente, reside en el Cruce de Arinaga junto a su familia, y le ha tocado vivir un episodio que pone en tela de juicio las normas federativas.
Su padre, Javier Manzi, relata los hechos en un artículo publicado en el suplemento de Deporte Base de La Provincia/Diario de Las Palmas: "En el mes de diciembre de 2005, cuando Pedro Manzi era jugador del Jovero Las Rosas, el Castillo C.F. solicitó sus servicios, entrando a formar parte de la disciplina del equipo juvenil que había ascendido a División de Honor. Sin embargo, la reglamentación de la Real Federación Española de Fútbol exige para las categorías nacionales, que el jugador lleve cinco años en España y Pedro Manzi lleva cuatro, por lo que no ha tenido otro remedio que renunciar a la categoría".
Fichado por el Maspalomas, este "crack" ha marcado 18 goles en 20 partidos, por lo que el Castillo C.F. hizo todo lo posible, a través de la Federación Interinsular, para que Pedro pudiera continuar en el equipo, pero la norma lo sigue impidiendo.
Su padre, Javier Manzi, redactor de deportes en Radio Agüimes Onda Libre y TeleAgüimes, manifiesta su desacuerdo con este tipo de normas, y apunta "que me parece correcto que no se traigan a España a jugadores de otros países para los equipos juveniles, evitándose que los grandes clubes puedan negociar a esas edades, pero en los casos de emigrantes como nosotros, lo considero injusto".
Pedro Javier Manzi comenzó a jugar al fútbol a los cuatro años, aunque la edad oficial en Uruguay es a los seis, pero sus cualidades innatas le abrieron las puertas al deporte rey. Su primer equipo fue el Once Corazones. Posteriormente fichó por el Alas Verdes y con doce años pasó al Rácing.
En Gran Canaria, su primer equipo fue el Doramas cadete. En la temporada siguiente pasó al Jovero Las Rosas hasta que se le presentó la oportunidad del Castillo C.F.. A estas alturas de la temporada, hay dos equipos de Tercera División muy pendientes del jugador.
Su padre, que le anima incondicionalmente, entiende que deberían tener cierta flexibilidad para tratar casos concretos, porque es importante mantener a los jóvenes motivados.