Las serpientes que vemos en la fotografía, fueron depositadas el pasado sábado en el Parque de Los Cocodrilos en Los Corralillos (Agüimes), por agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona), después de ser capturadas tras las denuncias interpuestas por dos vecinos de Las Palmas de Gran Canaria y Valsequillo.
En el primero de los casos, el dueño de un piso en la Avenida Rafael Cabrera de la capital grancanaria, encontró una serpiente pitón de un metro de longitud que había dejado abandonada el inquilino que habitaba la vivienda.
El reptil, originario de la selva amazónica y todavía en fase de crecimiento, fue descubierto por el dueño del inmueble cuando revisaba la casa después de haberla dejado su inquilino, que es buscado por la Guardia Civil. Se le acusa de una infracción a la Ley de Contrabando, por posesión y abandono de una especie protegida y catalogada en el Convenio CITES (Convenio Internacional de Especies Amenazadas).
También el sábado, el Seprona de la Guardia Civil capturó una serpiente albina californiana, también con tamaño aproximado de un metro, que se encontraba en una zona rústica del paraje llamado La Higuera Canaria del municipio grancanario de Valsequillo. La Guardia Civil desconoce cómo llegó allí el reptil, cuya especie también está protegida.