El XX Festival del Sur - Encuentro Teatral Tres Continentes de Agüimes continúa hoy con sus representaciones:
19.00 horas: en la Casa Parroquial de Agüimes, la canaria Nieves Mateo representará el espectáculo titulado "Espejo quebrado", de José J. Váquez.
Este monólogo que Nieves Mateo interpreta a partir de la obra del mexicano José J. Vásquez, se asoma por la ventana indiscreta de los amores, de los desamores, de los pseudo amores y hacia aquel planeta indómito e inexpugnable que no está más allá de las estrellas, sino en el sistema solar que llevamos dentro, hombres y mujeres, y para nuestro padecimiento no acabamos de conquistar, según el propio autor.
21.00 horas: en el Teatro Municipal de Agüimes, Magomigue (en la imagen) de Granada (Andalucía), pondrá en escena el espectáculo "Concierto para baraja y piano", de Miguel Puga.
Dos disciplinas artísticas tan dispares como la música y la magia se dan la mano en el "Concierto para baraja y piano". En este insólito espectáculo que materializa una idea de Miguel Puga (Magomigue) se aúnan las dotes que atesora el campeón del mundo en cartomagia en la edición de 2003, con la sensibilidad interpretativa de Waleson, para generar en el público similares y profundas emociones.
El menú de este "Concierto para baraja y piano", que se ejecuta a cuatro manos, tiene como base las músicas y sortilegios de "El amor brujo" de Manuel de Falla. Esta propuesta, que fue creada para ser presentada en apenas media docena de funciones en el Festival de Música y Danza de Granada, ha tenido una excelente acogida por parte del público, lo que ha llevado a su creador, Miguel Puga, a mantener el espectáculo en cartel.
22.30 horas: en la Plaza Ntra. Sra. del Rosario, el senegalés Diengoz presentará la obra "Laamb".
La propuesta del percusionista Diengoz evoca el ritual que precede a la tradicional lucha senegalesa (con características similares a la lucha canaria) y que dura más que la lucha en sí misma. Los protagonistas de la pelea se embadurnan el cuerpo con aceites y se colocan amuletos en brazos y piernas para protegerse de los malos espíritus y de la brujería del luchador contrario, mientras los tambores y los contaos acompañan sus movimientos. Los contendientes son los más fuertes de cada pueblo y pugnan por salvaguardar el respeto y el honor personal y el de su aldea, además de poder casarse con la hija del jefe o elegir esposa entre las mujeres más guapas.