La Provincia
Gascan asegura que el gas es la alternativa "más viable, económica y medioambiental" para garantizar el sistema energético de Canarias en las próximas décadas, y que su instalación más adecuada desde el punto de vista técnico es en tierra.
Juan Miguel Sanjuán (en la imagen) Presidente de la entidad encargada de la construcción y explotación de las dos regasificadoras que el Gobierno de Canarias ha previsto en Gran Canaria y Tenerife, estima "equivocados" los argumentos esgrimidos en su contra por distintas instituciones y sectores. La Mancomunidad del Sureste de Gran Canaria y el municipio tinerfeño de Granadilla de Abona han rechazado la instalación de estas nuevas infraestructuras en sus municipios y apuestan por que se ubique en el mar en una plataforma flotante "si es que el gas resulta necesario". Por su parte, el Cabildo ha acordado que esta planta no vaya en tierra.
Juan Miguel Sanjuán defendió por "cuestiones técnicas y económicas" la construcción de una instalación en tierra, en vez una plataforma flotante a más de 10 kilómetros propuesta por la Mancomunidad del Sureste o una anclada al fondo de mar a 1.500 metros frente a Juan Grande, esgrimida desde el Cabildo de Gran Canaria.
A este respecto, indicó que habría que compensar al Ayuntamiento que soporte esta infraestructura como se hace con otros servicios similares, aunque estimó que tendrá que ir en algún lado.
Sanjuán señaló que el concurso convocado para la construcción de las dos regasificadoras, sólo tiene por ahora garantizado la adjudicación de Granadilla al tener todos sus trámites, mientras que la de Arinaga queda pendiente de su plan territorial. Este documento cuestiona esta ubicación por su cercanía a poblaciones.
La construcción de la planta a ubicar en la Comarca del Sureste de Gran Canaria, ante este imperativo, dispone de un plazo extra de 14 meses para ser propuesta después que se haga con Granadilla y, si no, quedaría desierta.