El pasado viernes tuvo lugar en la Casa Museo Orlando Hernández, la presentación del proyecto educativo “Análisis de los grabados rupestres en el marco del paisaje de Agüimes” realizado por el IES Cruce de Arinaga, con la colaboración de la Concejalía de Educación del Ayuntamiento de la Villa de Agüimes.
La coordinación del proyecto corrió a cargo de Rubén Naranjo Rodríguez, Carmen Plasencia Ramos, Francisco L. Rodeiro Aguilar, Maruchi Bellido Wamba y Juan Manuel Costales Suárez.
En el proyecto educativo “Análisis de los grabados rupestres en el marco del paisaje de Agüimes” se destacan las abundantes ilustraciones de la Montaña de Agüimes y del Barranco de Balos, expresadas a través de fotografías, dibujos y pinturas, elaborados por el alumnado del mencionado centro.
Si bien la propuesta educativa se orienta hacia el alumnado de 4º de ESO, es posible adaptar sus contenidos para otros centros educativos, sirviendo también como práctica herramienta para acercarse el conocimiento de dichos lugares de significado valor patrimonial y natural.
El origen de este proyecto nace como consecuencia de la búsqueda, por parte del profesorado del centro, de un referente que identificara al Instituto, de un elemento que sirviera de logotipo representativo para usarlo en las cartas, estamparlos en camisetas, pegatinas, etc.
Se buscaba que fuera un elemento que tuviera que ver con la zona en que nos encontramos; que fuera de valor histórico y plásticamente reconocible y aceptado. Siendo también importante, desde un punto de vista educativo, que fuera útil para que el alumnado conociera y se identificara con su realidad más próxima.
En ese sentido, se llevó a cabo un estudio del entorno del Instituto, de donde surgió una propuesta a partir de un grabado rupestre de los antiguos canarios. Esta figura, que se conoce como el hombre de Guayadeque, se encuentra en la Montaña de Agüimes, el espacio natural que se encuentra justo detrás del Instituto, en un promontorio conocido como Morro del Cuervo, dándole a esta imagen una visión estilizada, actual y adecuada a los fines que se pretendían.
En esas búsquedas mencionadas anteriormente, principalmente en los recorridos por la Montaña de Agüimes y el Barranco de Balos, se observaron, en lo que respecta a los grabados rupestres, que se hallan en mal estado de conservación, ya que han sido desgastados por los procesos erosivos, sufriendo además la incidencia humana que ha dejado una huella importante y corren el peligro de desaparecer con el tiempo. Por ello, se advirtió la necesidad de trabajar con el alumnado el conocimiento, la valoración y la conservación de tan notable riqueza de nuestros antepasados, ya que “se ama lo que se conoce”.
En este proyecto intervinieron los departamentos didácticos de geología y biología, geografía e historia y dibujo, y en él participó el alumnado de 4º de la ESO, por ser el curso más adecuado para recibir, asimilar y transmitir la idea del proyecto.
La coordinación del proyecto corrió a cargo de Rubén Naranjo Rodríguez, Carmen Plasencia Ramos, Francisco L. Rodeiro Aguilar, Maruchi Bellido Wamba y Juan Manuel Costales Suárez.
En el proyecto educativo “Análisis de los grabados rupestres en el marco del paisaje de Agüimes” se destacan las abundantes ilustraciones de la Montaña de Agüimes y del Barranco de Balos, expresadas a través de fotografías, dibujos y pinturas, elaborados por el alumnado del mencionado centro.
Si bien la propuesta educativa se orienta hacia el alumnado de 4º de ESO, es posible adaptar sus contenidos para otros centros educativos, sirviendo también como práctica herramienta para acercarse el conocimiento de dichos lugares de significado valor patrimonial y natural.
El origen de este proyecto nace como consecuencia de la búsqueda, por parte del profesorado del centro, de un referente que identificara al Instituto, de un elemento que sirviera de logotipo representativo para usarlo en las cartas, estamparlos en camisetas, pegatinas, etc.
Se buscaba que fuera un elemento que tuviera que ver con la zona en que nos encontramos; que fuera de valor histórico y plásticamente reconocible y aceptado. Siendo también importante, desde un punto de vista educativo, que fuera útil para que el alumnado conociera y se identificara con su realidad más próxima.
En ese sentido, se llevó a cabo un estudio del entorno del Instituto, de donde surgió una propuesta a partir de un grabado rupestre de los antiguos canarios. Esta figura, que se conoce como el hombre de Guayadeque, se encuentra en la Montaña de Agüimes, el espacio natural que se encuentra justo detrás del Instituto, en un promontorio conocido como Morro del Cuervo, dándole a esta imagen una visión estilizada, actual y adecuada a los fines que se pretendían.
En esas búsquedas mencionadas anteriormente, principalmente en los recorridos por la Montaña de Agüimes y el Barranco de Balos, se observaron, en lo que respecta a los grabados rupestres, que se hallan en mal estado de conservación, ya que han sido desgastados por los procesos erosivos, sufriendo además la incidencia humana que ha dejado una huella importante y corren el peligro de desaparecer con el tiempo. Por ello, se advirtió la necesidad de trabajar con el alumnado el conocimiento, la valoración y la conservación de tan notable riqueza de nuestros antepasados, ya que “se ama lo que se conoce”.
En este proyecto intervinieron los departamentos didácticos de geología y biología, geografía e historia y dibujo, y en él participó el alumnado de 4º de la ESO, por ser el curso más adecuado para recibir, asimilar y transmitir la idea del proyecto.