El avance del Plan Territorial Especial Agropecuario protege de la presión urbanística en Gran Canaria a un total de 17 reservas agrícolas estratégicas. Las fincas, dedicadas en su mayor parte a la producción platanera, tomatera, de hortalizas y frutales, alcanzan una superficie global de algo más de 7.901 hectáreas.
La "elevada" presión urbanística, la competencia del uso del suelo con otros fines como podrían ser los campos de golf, la transformación del modelo de desarrollo socioeconómico, la desprotección legislativa por parte de los ayuntamientos y el "modelo subsidiado" que favorece la menor profesionalización del sector, han colocado al sector agrícola y ganadero en una delicada situación.
El resultado visible es que el 42% de la superficie destinada a cultivos de Gran Canaria se encuentra en estado de abandono en la actualidad, según datos de la Consejería de Política Territorial del Cabildo de Gran Canaria, tomando como referencia el mapa de cultivos del Gobierno de Canarias.
El Plan Territorial Agropecuario pretende sentar las bases de la ordenación y desarrollo del sector agrícola, ganadero y agroforestal, fijando para ello hasta 17 áreas estratégicas de cultivos, localizadas en su mayor parte en la cuenca norte de la isla, sobre todo las fincas de plataneras y flores de la costa que une Gáldar y Guía.
El listado de explotaciones agrícolas consideradas estratégicas se completa en Arucas (Llano Blanco, Trasmontaña y Las Vegas), el Valle de Agaete, las medianías de Guía (Montaña Alta-Santa Cristina), Valleseco-Firgas (El Zumacal-El Lance), Teror (San Isidro-Los Arbejales), San Mateo-Santa Brígida (El Chorrillo-El Madroñal-Hoya Bravo), Santa Brígida (Las Meleguinas-La Angostura), Telde (La Solana-Valle de San Roque), el Valle de La Aldea, Los Llanos de Valsequillo, San Bartolomé-Santa Lucía, el Barranco de Mogán, Santa Lucía (Vecindario-El Doctoral-Pozo Izquierdo), San Bartolomé (Cuarterías de La Florida-Juan Grande-Cuarterías de Bonny), Mogán San Bartolomé (Las Casas-El Pajar) y, por último, Agüimes (Las Rosas).
Los técnicos del Cabildo aseguran que este documento debe servir para abrir un periodo de debate y reflexión con los ayuntamientos y el resto de instituciones implicados sobre el modelo ideal de futuro. En cualquier caso, el objetivo del Plan no es tanto ampliar las actuales zonas de cultivo, sino conservar las existentes, recuperando de esta forma todas aquellas zonas que se encuentran en desuso. Y, sobre todo, que los propietarios "no sufran trabas" cuando pretenden ponerlas nuevamente en explotación. Es decir, que la normativa les permita, por citar un ejemplo, construir depósitos y otros servicios complementarios, que rentabilicen la actividad del campo.
La "elevada" presión urbanística, la competencia del uso del suelo con otros fines como podrían ser los campos de golf, la transformación del modelo de desarrollo socioeconómico, la desprotección legislativa por parte de los ayuntamientos y el "modelo subsidiado" que favorece la menor profesionalización del sector, han colocado al sector agrícola y ganadero en una delicada situación.
El resultado visible es que el 42% de la superficie destinada a cultivos de Gran Canaria se encuentra en estado de abandono en la actualidad, según datos de la Consejería de Política Territorial del Cabildo de Gran Canaria, tomando como referencia el mapa de cultivos del Gobierno de Canarias.
El Plan Territorial Agropecuario pretende sentar las bases de la ordenación y desarrollo del sector agrícola, ganadero y agroforestal, fijando para ello hasta 17 áreas estratégicas de cultivos, localizadas en su mayor parte en la cuenca norte de la isla, sobre todo las fincas de plataneras y flores de la costa que une Gáldar y Guía.
El listado de explotaciones agrícolas consideradas estratégicas se completa en Arucas (Llano Blanco, Trasmontaña y Las Vegas), el Valle de Agaete, las medianías de Guía (Montaña Alta-Santa Cristina), Valleseco-Firgas (El Zumacal-El Lance), Teror (San Isidro-Los Arbejales), San Mateo-Santa Brígida (El Chorrillo-El Madroñal-Hoya Bravo), Santa Brígida (Las Meleguinas-La Angostura), Telde (La Solana-Valle de San Roque), el Valle de La Aldea, Los Llanos de Valsequillo, San Bartolomé-Santa Lucía, el Barranco de Mogán, Santa Lucía (Vecindario-El Doctoral-Pozo Izquierdo), San Bartolomé (Cuarterías de La Florida-Juan Grande-Cuarterías de Bonny), Mogán San Bartolomé (Las Casas-El Pajar) y, por último, Agüimes (Las Rosas).
Los técnicos del Cabildo aseguran que este documento debe servir para abrir un periodo de debate y reflexión con los ayuntamientos y el resto de instituciones implicados sobre el modelo ideal de futuro. En cualquier caso, el objetivo del Plan no es tanto ampliar las actuales zonas de cultivo, sino conservar las existentes, recuperando de esta forma todas aquellas zonas que se encuentran en desuso. Y, sobre todo, que los propietarios "no sufran trabas" cuando pretenden ponerlas nuevamente en explotación. Es decir, que la normativa les permita, por citar un ejemplo, construir depósitos y otros servicios complementarios, que rentabilicen la actividad del campo.