Canarias7El Consejero de Hacienda del Cabildo de Gran Canaria, Luis Ibarra, estudia emprender acciones judiciales contra los dueños de la parcela de 750.000 metros cuadrados de superficie que el Ministerio de Mebio Ambiente y Medio Rural y Marino iba a comprar, mediante una expropiación de mutuo acuerdo, en el entorno de la Playa de El Cabrón.
La semana pasada, explicó Luis Ibarra, emplazó a los dueños de este área, en el municipio de Agüimes, a llegar a un acuerdo para materializar la adquisición del terreno, pero finalmente no han accedido y el dinero reservado para este fin por la Dirección General de Costas deberá devolverse a la Unión Europea.
El Consejero de Hacienda lamenta que la familia que compró esa finca en la costa de Agüimes en 1942, no haya sido capaz de registrar la propiedad en el año y medio que ha pasado desde que anterior Ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, anunció en Gran Canaria la adquisición de esa parcela de El Cabrón y la compra de 1,5 millones de metros cuadrados en Juncalillo del Sur, actuación finalizada la pasada semana.
"De haber sabido que estas personas no iban a cumplir, habríamos destinado ese dinero a comprar otro terreno, por ejemplo, en Güi Güi", declaró Ibarra, quien además, explica que los 5,9 millones de euros destinados a El Cabrón estaban ya en la cuenta corriente de la Demarcación de Costas de Gran Canaria.
Ese dinero procede de remanentes de fondos europeos destinados a actuaciones en el litoral de Canarias, que se decidió destinar a la compra de esas dos fincas en la costa insular para no perder esa inversión. Finalmente, casi seis millones de euros se tendrán que devolver a las arcas comunitarias.
La familia que compró los terrenos en la Playa de El Cabrón a María Melián Alvarado, en 1942, ha encontrado la férrea oposición a que el Registro de la Propiedad escriture esos terrenos a su nombre, por parte del Instituto Piadoso Eclesiástico Jesús Sacramentado, las institución creada en el año 1966 para gestionar todos los terrenos y bienes que María Melián Alvarado dejó en herencia al pueblo de Agüimes. Según el Instituto Piadoso, María Melián Alvarado sólo había vendido 40 hectáreas de terreno cuando, en realidad, la finca medía 80.
