El escritor Antonio Lozano presentará hoy, a las 19.30 horas, en el Salón de Plenos del Ayuntamiento de Agüimes, su última publicación titulada "Las cenizas de Bagdad".
En el acto, organizado por la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Agüimes y la Editorial Almuzara, estarán presentes, además del autor, el también escritor Pablo Martín Carvajal, y el profesor de Estudios Árabes de la Universidad Autónoma de Madrid, Waleed Saleh, en quien está inspirada la obra.
"Las cenizas de Bagdad", quinto libro publicado por Antonio Lozano, fue el ganador de la XXIII edición del Premio de Novela Benito Pérez Armas, que otorga CajaCanarias.
Fue durante una cena cuando el escritor Antonio Lozano le preguntó a su amigo iraquí Waleed Saled: "¿Cómo llegaste a España?". La narración del profesor de Literatura y Lengua Árabe fue tan sobrecogedora, que Lozano decidió novelar su vida en "Las cenizas de Bagdad".
El periplo de un joven comunista iraquí, perseguido por el gobierno de Sadam Hussein, es el arranque de la última obra de Antonio Lozano, que llega estos días a las librerías españolas de la mano de Ediciones Almuzara.
"No es una novela negra", aclara el escritor afincado en Agüimes desde la década de los 80. "El libro cuenta la lucha de un ser humano ante la adversidad y los obstáculos que imponen los estados, con la guerra de Irak como trasfondo", comenta el novelista, quien conoce a Saled desde hace años, ya que el Director del Departamento de Estudios Árabes de la Universidad Autónoma de Madrid ha participado varias veces en los seminarios del Festival del Sur-Encuentro Teatral Tres Continentes que dirige el propio Lozano.
La odisea de Walid, nombre del protagonista de la novela, comienza en su juventud, cuando formaba parte de un partido comunista iraquí que funcionaba en la clandestinidad. En los 90, bajo el régimen de Sadam Hussein, el joven fue detenido y torturado. "Siguió en el país. Tenía prohibida su salida de allí", explica el autor.
Tras huir de Irak, se asentó en el Sur de Marruecos y dio clases de árabe hasta que tuvo problemas, lo expulsaron del país e intentaron repatriarlo a Irak. "Logró zafarse y viajó a España con un visado de turista, comenzar una nueva vida sin un duro y sin hablar español", indica Antonio Lozano.
"Me costó darle forma a la historia. Primera fue una obra de teatro. Luego, una novela. La hice tras horas de conversación y con intercambios de cartas para recoger información. Estoy satisfecho con el resultado", confiesa Lozano.