Antonio Estupiñán*
El Muelle Viejo de Arinaga, que se encuentra escondido bajo la montaña del Faro y frente al islote, es, junto a los Hornos de Cal, recientemente restaurado, una de las más antiguas construcciones industriales del municipio de Agüimes, representando, por lo tanto, una auténtica reliquia del pasado, con más de dos siglos de antigüedad. En la actualidad, este muelle está abandonado y pasa desapercibido para las generaciones de hoy.
Actualmente, la zona de Risco Verde-Muelle Viejo-El Faro está centrado en una gran zona urbanística y residencial donde culmina la gran avenida marítima de Arinaga, con más de dos kilómetros y medio de longitud. Según datos que entresacamos de nuestra hemeroteca, en la Comarca del Sureste tenemos, en la Bahía de Gando, como puerto abrigo, y el Muelle Viejo de Arinaga (1.650-1920), como los dos únicos muelles existentes de la mencionada Comarca del Sureste de Gran Canaria.
Antonio Morales, Alcalde de Agüimes, manifestó en su día que, tanto el Muelle Viejo, como los viejos Hornos de Cal se rehabilitarían para que los veraneantes y turistas, así como los propios vecinos de toda la isla, conocieran un poco la historia antigua de la zona costera del municipio. Los Hornos de Cal se han rehabilitado, el Faro está en rehabilitación y el Muelle Viejo está pendiente de rehabilitarlo.
La historia nos recuerda que el Viejo Muelle de Arinaga sirvió para la descarga de las latas de aceite y petróleo para iluminar durante la noche el faro de Arinaga. Éste se descargaba en épocas de calma (ya que en esta zona, los vientos alisios predominan durante más de seis meses al año), y, asimismo, se aprovechaba para la carga de las piedras de cal, siendo esta zona una de las mas ricas de la isla de lo que se llamaban de antaño el "oro blanco" para la construcción y albeo de viviendas.
Aún quedan varios vecinos, los más longevos de Arinaga, que recuerdan el antiguo vapor-velero Rio de Oro, que fondeaba al zoco del islote y, desde el Muelle Viejo, las barcas embarcaban las piedras de cal de los recién rehabilitados hornos de Risco Verde, que lo transportaban a Las Palmas. Dicho vapor descargaba en el Muelle Viejo manojos de varas que venían de la isla de La Palma para ser utilizada en los cultivos agrícolas del tomate, tanto para su plantación como para su protección de los fuertes vientos reinantes en época de zafra.
Esta zona del litoral costero de Arinaga fue, durante más de dos siglos, atravesadas por viejas carreteras de forma irregular, así como caminos reales, veredas y senderos, donde las carretas tiradas por mulos, burros y caballos, les costaban mucho sacrificio sus desplazamientos. A partir de 1.930, las comunicaciones con Arinaga fueron mejorando, siendo hoy la zona industrial más importante del archipiélago canario y una de las mas grande de España.
Las nuevas generaciones de hoy no se imaginan las penurias y los sacrificios que se pasaban antaño por ésta zona costera entre Gando, El Burrero, Vargas y Arinaga.
*Antonio Estupiñán fue decano de los corresponsales de la prensa escrita en Gran Canaria.