3 de enero de 2010

Agüimenses, un gentilicio ignoto para la Academia de la Lengua

Domingo, 03 de enero.

La Provincia
A estas alturas, todavía las ciudades y pueblos de nuestra isla, salvo el término grancanario, que aparece ya en la vigésimo segunda edición del diccionario de la Real Academia Española (RAE) del 2001, gracias a la gestión iniciada en 1996 por el entonces Presidente del Cabildo Insular de Gran Canaria, José Macías, carecen por completo de gentilicio, o sea, según define la Academia, "perteneciente o relativo a las gentes o naciones". Es decir, lo que nos confiere la identidad del sitio originario. Hasta nuestra propia capital se haya en el limbo. De todo ello se han ocupado diversos artículos publicados en La Provincia. Mencionemos solo tres, para no hacer engorrosa la enumeración: "Reivindicación de gentilicios" (13 junio 2001), "Gentilicio con sello de urgencia" (08 octubre 2003) y "Gentilicios desdeñados" (23 septiembre 2005).
Contraponíamos, por entonces, la circunstancia de que hasta núcleos peninsulares de no descollantes censos tuvieran sus correspondientes signos de identidad, como palenses (Palos de Moguer), ribagorzanos (Ribagorza), lebaniegos (Liébana), palmereños (Palmar, Murcia), almagreños (Almagro), alpujarreños (Alpujarra)... Y así, una ristra de otros nombres que relacionábamos, únicamente, para que se apreciara el contraste respecto a lo que concierne a Gran Canaria.
Es más, no faltan en el diccionario de la RAE los gentilicios referidos a Tenerife: tinerfeño (isla), santacrucero (Santa Cruz de Tenerife), lagunero (La Laguna), palmero (La Palma), herreño (El Hierro), gomero (La Gomera). Tampoco se pasan por alto el lanzaroteño o majorero, de nuestras entrañables islas hermanas.
¿Por qué los de ciudades y pueblos de Gran Canaria, incluido el de la primera urbe del archipiélago, Telde, Arucas, Gáldar, Santa María de Guía, Agüimes, Teror, Santa Lucía, etc., no figuran en el diccionario de la RAE? ¿Es que somos ignorados intencionadamente? Sería falacia interpretarlo de esta manera, escribíamos en uno de nuestros citados artículos. Sucede que las respectivas corporaciones nunca se han ocupado de las oportunas solicitudes ante la RAE. Así de sencillo. Sirva de ejemplo cómo llegó a conseguirse el reconocimiento del gentilicio grancanario. Claro que aquí todos (menos los capitalinos) conocemos y aplicamos los gentilicios apropiados: teldenses, aruquenses, galdenses, guienses, agüimenses, terorenses, moganeros, tirajaneros, aldeanos, etc. Pero quienes desde extra islas indaguen en el diccionario de la RAE sobre estos gentilicios nuestros, por muy minuciosamente que escudriñen, ningún rastro de ellos. Encontrarán más fácilmente referencias de la enigmática San Borondón.
El caso de Las Palmas de Gran Canaria es aún más lamentable. Calificaríamos de imperdonable que esto suceda, ya que es la única capital de provincia de España que carece de timbre de procedencia. Mayor desidia, imposible. Hace años, el tema saltó a la palestra. En julio de 2001, el pleno del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria tomó el acuerdo de encargar a dos conocidos especialistas (cuyos nombres se siguen desconociendo) un estudio sobre este asunto, a raíz de una moción socialista que abogaba por el palmense. Y como suele ocurrir cuando se debate algo, emergieron las disensiones. Algunos preferían el laspalmeños. Todas las opiniones son respetables. Nosotros hemos abogado desde el principio por el término palmense. El Larousse lo recoge de este modo: "Palmas, Las. El natural de esta ciudad de Gran Canaria es el palmense (no figura en el Diccionario académico)". Así mismo, Manuel Lobo, siendo Rector de la ULPGC, se inclinó por el palmense.
Total, que continuamos en parálisis, nueve años después. Nos merecemos, sin duda, un Oscar a la vertiginosidad. En forma de tortuga, claro. O el acceso al Guinness como símbolo de la inoperancia. Lo que es aherrojarse, nos aherrojamos nosotros mismos. No echemos la culpa a nadie más. Tal como se sintiera Borges: solos y sin nadie ante el espejo. Vergüenza torera.
Fotografía: Imagen aérea de Agüimes, tomada de Google Earth.