Da tantos titulares al entrevistarla, que cuesta decidir cómo enfocar el reportaje. "La política no es poder, es responsabilidad", puede ser uno de ellos.
Paqui Domínguez, ex diputada del parlamento canario y ex concejala del Ayuntamiento de Agüimes, visita triangulodigital.es para compartir con los lectores su experiencia como única mujer concejal en la primera legislatura de Roque Aguayro en Agüimes en 1991, como diputada comprometida en el parlamento canario y como actual maestra del Colegio Tinguaro en Santa Lucía.
Asegura de forma humilde y serena que ella no es ejemplo de nada, se define como "una mujer con vocación de maestra, pero sobre todo con vocación de servicio a la comunidad". A punto de cumplir los 55 años, y ya retirada de la política, tras 16 años como concejal de Agüimes, en áreas como Sanidad y Consumo, Servicios Sociales y Mujer, y cuatro años como diputada, afirma que "un político debe saber cuando retirarse y yo ya había quemado una etapa".
Paqui Domínguez es un ejemplo en el Día Internacional de la Mujer que se celebró el 08 de Marzo. Independiente, trabajadora y fiel a sus principios, ha demostrado ser una mujer adelantada a su tiempo al vivir en una época en donde la voz de la mujer no se escuchaba como, afortunadamente, se escucha hoy en día.
"Nunca me sentí ni rara ni diferente, y eso que era la única mujer en la primera legislatura donde comencé en 1991; quizá fue porque ya estaba acostumbrada a trabajar con hombres en la Confederación Sindical de Trabajadores de Enseñanza (STES), a la que pertenecí durante tres años. Después vino lo de ser diputada… Yo fuí una diputada un poco especial", dice con mucha serenidad. Su paso por el Parlamento dejó huella, su defensa en el ámbito social le valió serias penalizaciones, pero hoy en día afirma que "lo volvería a hacer, porque cómo dije en su momento, mi dignidad y mi ética valen más que cualquier multa que deba pagar o penalización. Siempre el ejercicio de la ética debe prevalecer en política y en todo. Ahora que me dedico a la educación, siguen prevaleciendo en mí los mismos valores y admiro que en los municipios de Agüimes y Santa Lucía haya una disponibilidad palpable en este sentido con respecto a los centros educativos".
No duda en afirmar que las mujeres son más luchadoras y realistas que los hombres, "pero eso ocurre desde siempre y en todos los entornos de la vida; sé que para muchas mujeres ha sido un hándicap conciliar vida familiar y laboral. En mi caso, no he tenido hijos y, por lo tanto, lo he tenido más fácil, pero es una cuestión de decisión, lo mío ha sido el compromiso desde siempre tanto en al educación como en la política".
Como maestra en el Colegio Tinguaro tiene dos objetivos claros: aportar su experiencia en el ámbito de lo social y potenciar la dosis de humildad.
Insiste en que "políticos somos todos y con esto me refiero que debe haber un compromiso social para sacar adelante muchas cosas; por eso me gusta tanto la educación, desde la escuela se intenta mejorar esa responsabilidad ciudadana".
En esta nueva etapa de su vida, Paqui Domínguez percibe una sociedad cambiante con conceptos de la familia variados y con una educación que muchas veces no se valora. "Es como si no se reconociese la educación. No sólo hace falta poner ordenadores, a veces nos olvidamos de la parte humana".
Asegura de forma humilde y serena que ella no es ejemplo de nada, se define como "una mujer con vocación de maestra, pero sobre todo con vocación de servicio a la comunidad". A punto de cumplir los 55 años, y ya retirada de la política, tras 16 años como concejal de Agüimes, en áreas como Sanidad y Consumo, Servicios Sociales y Mujer, y cuatro años como diputada, afirma que "un político debe saber cuando retirarse y yo ya había quemado una etapa".
Paqui Domínguez es un ejemplo en el Día Internacional de la Mujer que se celebró el 08 de Marzo. Independiente, trabajadora y fiel a sus principios, ha demostrado ser una mujer adelantada a su tiempo al vivir en una época en donde la voz de la mujer no se escuchaba como, afortunadamente, se escucha hoy en día.
"Nunca me sentí ni rara ni diferente, y eso que era la única mujer en la primera legislatura donde comencé en 1991; quizá fue porque ya estaba acostumbrada a trabajar con hombres en la Confederación Sindical de Trabajadores de Enseñanza (STES), a la que pertenecí durante tres años. Después vino lo de ser diputada… Yo fuí una diputada un poco especial", dice con mucha serenidad. Su paso por el Parlamento dejó huella, su defensa en el ámbito social le valió serias penalizaciones, pero hoy en día afirma que "lo volvería a hacer, porque cómo dije en su momento, mi dignidad y mi ética valen más que cualquier multa que deba pagar o penalización. Siempre el ejercicio de la ética debe prevalecer en política y en todo. Ahora que me dedico a la educación, siguen prevaleciendo en mí los mismos valores y admiro que en los municipios de Agüimes y Santa Lucía haya una disponibilidad palpable en este sentido con respecto a los centros educativos".
No duda en afirmar que las mujeres son más luchadoras y realistas que los hombres, "pero eso ocurre desde siempre y en todos los entornos de la vida; sé que para muchas mujeres ha sido un hándicap conciliar vida familiar y laboral. En mi caso, no he tenido hijos y, por lo tanto, lo he tenido más fácil, pero es una cuestión de decisión, lo mío ha sido el compromiso desde siempre tanto en al educación como en la política".
Como maestra en el Colegio Tinguaro tiene dos objetivos claros: aportar su experiencia en el ámbito de lo social y potenciar la dosis de humildad.
Insiste en que "políticos somos todos y con esto me refiero que debe haber un compromiso social para sacar adelante muchas cosas; por eso me gusta tanto la educación, desde la escuela se intenta mejorar esa responsabilidad ciudadana".
En esta nueva etapa de su vida, Paqui Domínguez percibe una sociedad cambiante con conceptos de la familia variados y con una educación que muchas veces no se valora. "Es como si no se reconociese la educación. No sólo hace falta poner ordenadores, a veces nos olvidamos de la parte humana".