9 de marzo de 2010

Un vecino del Cruce de Arinaga denuncia que fue agredido en el Centro de Salud de El Doctoral

Martes, 09 de marzo.

Canarias7
José L. Barbero, de 53 años de edad, y vecino del Cruce de Arinaga, lleva varios meses bajo tratamiento por una fuerte depresión, surgida cuando le detectaron a su mujer una enfermedad grave. También acude a sesiones de rehabilitación.
El pasado martes olvidó tomarse su medicación y huyó de su vivienda familiar, llegando hasta una empresa cercana, donde fue interceptado por un familiar.
"Mi sobrino consiguió retenerme gracias a dos agentes de la policía que pasaban por allí. Le ayudaron a tranquilizarle y llamaron a una ambulancia. Le pidieron permiso a mi sobrino para atarle las manos, para que no volviera a huir, y les dio su consentimiento", relata Isabel López, una cuñada del agredido.
Desde allí, y con la ayuda de los agentes, José Luis fue trasladado, sobre las 22.00 horas, al Centro de Salud de El Doctoral para recibir la asistencia necesaria y la medicación que se había saltado. Hasta allí, se desplazaron también sus familiares y, en un descuido, José Luis logró zafarse de la enfermera.
"Fue cuando les pedí ayuda para poder mantener quieto a mi cuñado. El agente de seguridad privada se rió de mí y no nos prestaron la menor atención. De hecho, tuvimos que salir fuera del centro", afirma Isabel López.
Al poco, y mientras esperaban en el exterior, llegaron cuatro agentes de la Guardia Civil alertados por el propio centro médico.
"Unos minutos después salieron los agentes con mi marido, con las manos ya sueltas, para trasladarlo en ambulancia hasta el Hospital Insular de Gran Canaria. Fue ahí cuando nos contó, entre lágrimas y sollozos, lo que pasó", añade la esposa del agredido, Gabriela López.
José Luis les contó, con mucho dolor, cómo le había agredido, presuntamente, el agende de seguridad privada del centro de asistencia sanitaria.
"Me tiró de la silla, donde estaba sentado, al suelo. Se puso encima mía y empezó a pegarme con la porra mientras seguía con las manos atadas. Intenté defenderme con patadas, pero tirado en el suelo, es imposible. Estuvo dándome golpes sin yo haber hecho nada hasta que llegó la Guardia Civil", recuerda Barbero.
Ante el relato de los hechos, y con el parte de lesiones que le realizaron a José L. Barbero una vez llegó al Hospital Insular, sus familiares denunciaron esa misma noche al agente de seguridad privada que, presuntamente, fue el autor de los golpes. "Lo que pido es justicia y que no siga en su puesto de trabajo. No se puede tratar así a un enfermo. Es increíble", añade su mujer.
La mujer de José L. Barbero y su cuñada piden la colaboración ciudadana para esclarecer el suceso denunciado ante la Guardia Civil de Agüimes. Los familiares del agredido no entienden cómo, estando el centro lleno de gente, nadie oyó ni vio nada. "Alguien tuvo que oír algo, aunque sea los gritos de dolor mi marido. Espero que nos ayuden", afirma Gabriela López.
Fotografía: Gabriela López enseña las marcas de los presuntos porrazos que recibió su marido, José L. Barbero.